
ORGULLOSO. “Pigu” recibe el trofeo en Nueva Orleans. Rodeado por familiares, don Federico lo disfruta.LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO

Faltaba que pusieran el cartelito: "no hay más localidades". Muchos acompañaron a la familia Romero para seguir a "Pigu" por la TV. Su amigo Raúl Núñez, su compadre y el hermano del caddie de "Pigu": Eduardo Monteros, y por supuesto, no podían faltar los hijos del matrimonio Romero, Luis, Ariel, Mercedes, Miriam Paula, Erika y Mónica; sobrinos y yernos. En cuanto a José, el otro hermano de "Pigu", estaba ejerciendo sus funciones de caddie en Córdoba, pero, tenía la noticia al instante de cómo le iba a su hermano a través de don Federico, que oficiaba de corresponsal.
Pero "Pigu" no festejó solo en los Estados Unidos, porque lo acompañó su amigo Aníbal Núñez, que está radicado en ese país.
A las 20.15 aproximadamente LA GACETA se despidió y los Romero continuaron con sus festejos en la intimidad. Eso sí, esperando ansiosos el llamado de "Pigu", que no iba a tardar en llegar.
Tarde de gloria
Aguanta todo. Don Federico, el padre de "Pigu", contó entre risas que, cuando ve jugar a "Pigu" por TV se levanta a cada rato para ir al baño cuando hace un bogey... Pero si hace un birdie aguanta como sea y sigue viendo.
Cuidado con los infartos. "Estoy muy feliz por él. Está tan lejos y sé que extraña un montón a la familia... Temprano nos llamó por teléfono y nos dijo: ?tengan cuidado con los infartos?, porque siempre yo le digo: ?¡hijo, esto no es para cardíacos!?, contó entre risas doña Rosa, mamá de "Pigu".
No descuido a su familia. Estaba en pleno torneo pero no se olvidó de su familia. "Pigu", cada tanto llamaba a su casa para hablar con sus padres.
No lo mira: lo espía. Doña Rosa, mamá de "Pigu" contó que no se queda permanentemente mirando a su hijo jugar por la TV. Ayer, pasaba cerca del televisor pero espiaba en lugar de mirar. También lo siguió de a ratos por la computadora, pero confesó que estaba nerviosa y que se puso a limpiar la casa.
Una hinchada particular. Entre familiares, amigos y vecinos, "Pigu" tuvo una hinchada particular integrada por unas 25 personas.
No le podía fallar. Raúl Núñez, amigo de "Pigu", contó: "estaba en mi casa con mis hermanos y con mi familia viéndolo a ?Pigu?, pero no le podía fallar a doña Rosa. Así que de cábala me vine a su casa cuando el torneo se puso muy difícil, para ver la última parte. La verdad, fue una explosión de alegría. Este triunfo es un orgullo para Tucumán", concluyó.







