Denuncian casos de estafas y secuestros virtuales

Le prometieron un auto y un celular de última generación. Pero para permitirle cobrar el premio, primero le exigieron que entregara los códigos de tarjetas de celulares por valor de $ 300. Carolina C., que sólo les pasó los números de tarjetas hasta que sumó un monto de $ 100, se dio cuenta de que la habían estafado y se negó a entregarles más, por lo que comenzó a ser maltratada. Este fue uno más de los tantos delitos que se cometieron en los últimos días.
Las estafas y los secuestros virtuales volvieron a generar pánico entre los tucumanos. "Quedé mal por lo que me pasó. Primero, porque me sentí una ingenua; y después, cuando comenté el caso con mis allegados, varios me dijeron que conocían otra persona que le habían hecho lo mismo, pero que, por vergüenza, no habían hecho la denuncia", confesó Carolina.
Contó además que, en su caso, se hicieron pasar por los responsables de una compañía telefónica que había decidido premiarla por ser buena clienta. "Quedé sorprendida, porque sabía quién era y dónde vivía, entre otros datos. Mi hija, que atendió el teléfono, nunca me avisó que se trataba de una llamada a cobrar. Indudablemente son unos especialistas", aseguró.
El comisario Mario Barrera, segundo jefe de Defraudación y Estafas de la Dirección General de Investigaciones, señaló que si bien en el 2007 sólo recibieron 20 denuncias respecto de este delito en su dependencia, en años anteriores era una práctica común.
"Son casos complejos que merecen una profunda investigación. Hay distintas modalidades dentro de este delito. Algunos piden la entrega de dinero; otros, códigos de tarjetas telefónicas", explicó.
Muchas veces, los interesados en conseguir los códigos, según confirmaron fuentes policiales, son reclusos del penal de Villa Urquiza. En la cárcel, el crédito de los teléfonos celulares vale oro. Los secuestros virtuales, en cambio, se transformaron en una manera sencilla y eficiente de conseguir dinero de los bolsillos de los más desprevenidos.
Barrera reconoció que en causas anteriores se denunció que muchos de los llamados provenían del penal. "Hay cabinas públicas; se las instala por ley. No podemos impedir que los internos utilicen ese servicio. De todas formas, en otros casos, llaman desde teléfonos de la vía pública o desde chips de celulares comprados en cualquier quiosco. Es difícil investigar estos casos", señaló.
En los últimos tiempos, los policías habían detectado una red que se dedicaba a cometer este tipo de ilícitos. Después de una ardua tarea de investigación, determinaron que los acusados residían en Salta. Realizaron un allanamiento, pero no pudieron encontrar prueba que los incriminara. A partir de ese día, esa organización salió de escena.

3 modalidades
1- Anuncian que ganó un premio
El delincuente le comunica a la víctima que ganó un automóvil cero kilómetro o un departamento o un celular de última generación. Para darle más detalles sobre cómo reclamar el premio, le pide que le dé los códigos de tarjetas telefónicas por valor de $ 300.

2- Datos de un accidente
Desconocidos llaman a la casa de una persona para informarle que un ser querido sufrió un grave accidente. Exigen a las víctimas que les carguen crédito a sus teléfonos celulares para poder llamarlos nuevamente y darles más información.

3- Capturadoen la calle
Los delincuentes, que saben detalles de la vida de la víctima, informan que secuestraron a un familiar y para liberarlo les piden dinero. Luego fijan un lugar para la entrega del rescate; y otras veces piden que arrojen la plata por una ventana.