No se esperan cambios inmediatos en Cuba

No se esperan cambios inmediatos en Cuba

En todo el mundo se preguntan qué pasará en Cuba a partir de la salida de Fidel Castro del poder. Los analistas afirman que mucho dependerá del rol que juegue Estados Unidos y del modelo económico que se implante en el país.

FUERA DE ESCENA. Fidel Castro anunció la semana pasada su retiro del gobierno y ahora se define quién será su sucesor. El líder cubano se mantuvo en el poder durante 49 años y todo indica que su hermano Raúl será su sucesor. REUTERS FUERA DE ESCENA. Fidel Castro anunció la semana pasada su retiro del gobierno y ahora se define quién será su sucesor. El líder cubano se mantuvo en el poder durante 49 años y todo indica que su hermano Raúl será su sucesor. REUTERS
24 Febrero 2008
Fidel Castro dijo basta. Con el anuncio de su renuncia se abrieron múltiples interrogantes. Cuba es una isla y no sólo en lo geográfico. También lo es por su sistema de gobierno de características únicas en el mundo, y lucha por no naufragar en el mar de democracias capitalistas que fueron imponiéndose en todo el planeta.
El "socialismo a la cubana" o el "castrismo" es la única ideología que conoce, porque creció con ella, el 70% de la población, ya que el modelo político fundado por Castro rige desde hace 49 años la vida de los habitantes de la isla. Entre los datos que generan la incertidumbre sobre cómo será Cuba sin Fidel se destacan el hecho de que el líder revolucionario no formó un sucesor (ni siquiera lo designó); que la presión mundial, sobre todo la de EEUU, para que se imponga un sistema democrático es creciente (presiones que hasta ahora sólo Castro y su emblemática figura han logrado resistir) y que nadie sabe a ciencia cierta cuál será el rumbo económico -más allá del político- que tomará su sucesor.
Según algunos analistas, son tres los factores que intervendrán en la conformación del futuro cubano:
El rol que juegue Estados Unidos. Si la potencia mundial presiona sobre la población, enfrentará el imbatible sentimiento nacionalista cubano y ni los ciudadanos más críticos del sistema castrista aceptarán una intromisión. Lo ideal, afirman los observadores, sería que EEUU y el resto de las potencias mundiales propicien los fondos y el apoyo necesario para que Cuba logre una transición ordenada hacia la implementación de un sistema democrático.
El modelo económico que vaya a implantarse. Cuba, sin Fidel, tiene más chances de abrirse económicamente para buscar un nuevo consenso y así evitar tensiones con los vecinos y con las potencias mundiales. Otra opción sería implantar un "modelo chino", que mantenga un sistema político comunista pero que implemente una economía de mercado.
El rol del Ejército cubano, considerado un importante elemento de poder, en el nuevo escenario. Si se produjeran cambios demasiados radicales en el modelo, se correría el riesgo de asonadas que podrían estallar en guerra civil.

Las señales
Más allá de estas especulaciones, tanto Cuba y como EEUU estuvieron lanzando señales sobre qué puede suceder en el corto plazo. En la isla, mientras Raúl Castro evitó las apariciones públicas desde que su hermano le cedió el poder, se advirtió que el Ejército está preparado para una eventual invasión estadounidense. Se avisó, además, que el Partido Comunista es el heredero del poder en Cuba. Ya en junio de 2007, Raúl había dado indicios de que no los tomaría desprevenidos el día que Fidel decidiera dar un paso al costado. "La confianza depositada por los cubanos en Fidel no se transmitirá, como si se tratara de una herencia, a quienes ocupen en el futuro los principales cargos de dirección del país. El PC, como institución que agrupa a la vanguardia revolucionaria, es el único capaz de heredar su liderazgo", dijo en aquella ocasión.
Quizás hoy comience a develarse qué sucederá en la isla. El Parlamento de Cuba elegirá al sucesor, probablemente, a Raúl. La histórica sesión se lleva a cabo mientras resuenan los llamados a la unidad, cinco días después de que el líder renunció a la ser reelecto presidente. Además, con la presencia en la isla del canciller del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, que llevará al papa Benedicto XVI la invitación de la Iglesia cubana para que realice una visita pastoral a la isla.

La revolución y la vida

- El estudiante. En la universidad, Fidel editó el periódico "Saeta", participó en la expedición organizada para luchar contra la tiranía trujillista en República Dominicana y apoyó al pueblo colombiano en la insurrección popular de 1948, tras el asesinato del líder Jorge Eliecer Gaitán, político y abogado al que admiraba.

- Con el Che. Tras 22 meses de prisión en la isla de Los Pinos, quedó en libertad gracias a la amnistía general de mayo de 1955. Después se exilió en México, donde recaudó fondos para volver a Cuba y derrocar el régimen de Batista. Allí conoció al argentino Ernesto "Che" Guevara. Juntos planearon una incursión a la isla.

- El guerrillero. El 2 de diciembre de 1956, Castro desembarcó junto con un grupo de exiliados en Cuba, a donde había llegado a bordo del yate Granma. Fueron sorprendidos, y 70 de los 82 hombres que llegaron a la isla murieron nada más pisar tierra cerca de Manzanillo. Los sobrevivientes -su hermano Raúl, el Che y Camilo Cienfuegos, entre ellos- se refugiaron en Sierra Maestra y comenzaron una guerra de guerrillas bajo su mando.

- Relaciones con EEUU. No siempre fueron malas. En abril de 1959, Castro viajó a EEUU para establecer relaciones diplomáticas y comerciales. A pesar de las primeras intenciones, la expropiación de azucareras estadounidenses y las crecientes relaciones de la isla con la URSS convirtieron a EEUU en el gran enemigo de Castro.

- Invasión de Bahía Cochinos. En abril de 1961, Castro dirigió personalmente las tropas que derrotaron, en apenas 72 horas, el intento de invasión por parte del Ejército Cubano de Liberación, compuesto por anticastristas exiliados, entrenados y dirigidos por la CIA.

- El gran aliado. Ante el bloqueo establecido por EEUU en 1962, la ayuda económica y militar de la URSS era imprescindible para Castro. La instalación de misiles soviéticos en la isla complicó aún más las relaciones con su vecino del norte y dio lugar a "la crisis de los misiles".

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