
EN FAMILIA. “Twister”, un metegol de mesa, son algunas alternativas para jugar en la casa cuando llueve o no hay nada interesante para ver en la TV.LA GACETA/ OSVALDO RIPOLL

Los juegos de mesa, una opción para burlarse del mal tiempo
El descanso anual supone tiempo extra para dedicar a la recreación, al ocio y al juego. Es oportunidad para distenderse y compartir con amigos o familia. Una de las opciones más elegidas para estos casos son los juegos de mesa, una oportunidad para burlarse de los días de lluvia o de generar espacios de encuentro.
"En esta época y en diciembre se venden mucho los juegos de mesa. Aquellos que se quedan en las vacaciones o se van al campo, por ejemplo, llevan dos o tres como una alternativa a las actividades de entretenimiento. Suelen ser juegos grandes, para varios participantes y de tiempo de duración largo. Los clásicos y más vendidos son el TEG, "El juego de la vida", "El estanciero" o el "Monópolis". Y para los menores de 6 años están los de equilibrio o habilidad como Monky Loco u Operando a Homero", contó Humberto Spuches, vendedor de una juguetería céntrica.
Tomás (9 años), Federica (12) y Luciano (14) descubrieron estas vacaciones El Estanciero. "Mi prima Virginia lo tiene y le pedimos a mi papá que nos lo comprara. Así que a la tarde o la noche jugamos. A mi papá también le gusta y mi mamá a veces juega", contó Tomás.
"Me parece divertido porque en la tele no hay nada para ver y ahora estamos de vacaciones y nos podemos acostar tarde. Algunas noches nos juntamos con amigas y otras, cuando me quedo en casa, hacemos un partido con toda la familia", explicó Federica.
Una noche de guerra entre países puede ser también una opción para pasar el tiempo o de compartir con la familia. "El TEG nos gusta a todos y no sé si será que somos todos buenos o todos malos pero nos lleva horas terminar. Somos cinco y, si podemos, jugamos todos. El partido más largo fue de 7 horas; hasta cenamos con el tablero enfrente", cuenta Sonia (57).
A Juan José (25) también le entretiene. "El sábado pasado nos reunimos primos, amigos, hermanos a jugar un partido. Me gusta la primera versión del TEG porque las otra es demasiado rebuscada y lleva más tiempo todavía". A Solana (23), por el contrario, le aburre. "Me cansa que sea tan largo. Prefiero los juegos más dinámicos, no es la cantidad de tiempo lo que me disgusta sino que sea un único y eterno partido. Prefiero los naipes. Con mi abuela jugamos a la canasta y a la loba", dijo.
Mirta Acosta, encargada de la sección juguetes de una tienda local, comentó que son los chicos los que eligen los juegos. "En algunos casos los ven por televisión y los pequeños consumen lo que ven pero en otros casos, como los juegos clásicos los conocen por primera vez en lo de un amigo y los piden después. El Estanciero, ?El juego de la vida?, ?La carrera de mente? o ?Monópolis? son para toda la familia y los padres los compran porque ven una oportunidad de compartir algo con sus hijos", describió.
Para el trayecto de viaje o para cargar a la playa, también existen juegos especiales. "Suelen ser tableros pequeños, imantados o con fichas a presión y dados encapsulados para poder jugarlos en el auto. Cuestan entre $ 4 y $ 30 y los más buscados son el Ludo, la Oca, las damas y el ajedrez. No requieren pilas y se pueden usar en cualquier parte", explicó José Chavez, encargado de una juguetería.
T.E.G: guerra y estrategias
El juego propone un conflicto bélico que tiene lugar sobre un planisferio dividido en 50 países. Para empezar se reparten los 50 países entre los jugadores, quienes ocupan sus dominios con fichas (ejércitos). Cada jugador tiene un objetivo secreto a cumplir, que se le asigna por azar. Para cumplir con él (ocupar cierta cantidad países o destruir a otros bandos, por ejemplo) el jugador deberá ampliar sus dominios y reordenar sus fuerzas, lo que exigirá emprender ataques y defenderse de ataques adversarios; agrupar y desplazar ejércitos; concertar pactos con otros contendientes. La conquista de nuevos territorios le permitirá aumentar el número de ejércitos a su disposición, otorgándole mayores chances para triunfar en los combates. Los combates definen con la tirada de dados. Cuando tres ejércitos atacan a un país defendido por un solo ejército, el atacante lanza tres dados y el defensor, uno. El número más alto gana el combate. Además del objetivo secreto existe uno común a todos los participantes: ocupar 30 países. El jugador que es el primero en cumplir su objetivo secreto o el objetivo común, gana el juego.
Life: el juego de la vida
El objetivo del juego es ser el jugador que acumule la mayor cantidad de dinero al finalizar. Junto al tablero se colocan 6 tipos de tarjetas que se usarán de acuerdo a la casilla en la que caiga el participante: sueldo, valores de la bolsa, carrera profesional, propiedades, póliza de seguros y préstamos bancarios. Una ficha en un auto representa a cada jugador que al momento de comenzar se le entregan $ 10.000. Cada turno se gira una ruleta y se avanza la cantidad de casillas que indica. Allí, una palabra indicará qué tipo de tarjeta deberá sacar y la consigna o el costo que esa decisión tendrá para el jugador. Existen distintos colores de casillas: Azules: son opcionales, se puede hacer o no lo que indica. Naranjas: son la mayoría, debes hacer obligatoriamente lo que te indica. Verdes: son días de pago, debes cobrar la cantidad que indica en tu Tarjeta de Sueldo. Rojas: pueden ser de tres tipos: buscando empleo, te casas y compras una casa.
En el juego se pagan impuestos, se puede comprar una casa, se elige casarse y tener o no hijos. Cada partido da lugar a resoluciones diferentes, como ocurre en la vida real.
El estanciero: compra y venta de tierras
El objetivo es obtener grandes beneficios alquilando, comprando o vendiendo propiedades de tal manera que alguno de los jugadores se convierta en el más rico y en el ganador.
A partir de una cantidad de billetes facilitados por el banco durante el juego, se van adquiriendo provincias, chacras, estancias, ferrocarriles y compañías.
Los participantes pueden hacer transacciones entre sí en el transcurso del juego, como arrendar o alquilar y cobrar una cuota a cada participante que caiga en una casilla de su propiedad. Se arrojan los dados y comenzando desde la salida se adelanta con el peón tantas casillas como muestran los dados.
El juego finaliza cuando alguno de los participantes resulta dueño de todas las provincias o propiedades.
Twister: equilibrio con todo el cuerpo
El tablero de juego puede tener 1,50 metro de ancho 1, 80 de largo y contiene 4 filas de círculos de colores: rojo, amarillo, azul y verde. Por sus dimensiones se coloca en el piso y los participantes juegan con su propio cuerpo. Una persona debe conducir el juego con la ruleta que marca la posición que el participante debe tomar. En ella se consignan pies y manos de ambos lados con las diferentes combinaciones de color. La ruleta puede marcar por ejemplo: mano en círculo rojo o pie derecho en amarillo y el jugador tiene que cumplirlo. Todos los participantes permanecen sobre el tablero. Lo complicado es no empujar a los compañeros, conseguir el equilibrio y la fuerza necesaria para resistir en una determinada posición y cumplir con la regla básica: no apoyar las rodillas ni sentarse. Quien se mueve de color o se cae, pierde.







