Un libro compila casos aparecidos en la web, en diarios y en carteles

Un libro compila casos aparecidos en la web, en diarios y en carteles

"Si tienen ese apellido, por algo será". El árbitro Carlos Amarilla (foto) llegó a dirigir partidos en el mundial.

CURIOSIDADES. Carlos Amarilla es árbitro de fútbol. LA GACETA CURIOSIDADES. Carlos Amarilla es árbitro de fútbol. LA GACETA
25 Noviembre 2007
El libro “Marcados por el destino” recopiló apellidos aparecidos en diarios, guías telefónicas y páginas web que remiten a la ocupación de su portador. El autor de la obra, el periodista Walter Duer, advierte en su prólogo que muchas veces, cuando en una serie televisiva aparece un veterinario llamado Doctor Perro, uno se enfurece hasta la rabia. Por esto, comenzó a buscar por todos lados estos casos en la vida real.
Ejemplos de estos son: una gerente de comunicaciones llamada María José Buzón, el arquitecto Leonardo Muro, el directivo bancario Daniel Cash, el futbolista ciego Silvio Velo y el árbitro Carlos Amarilla.
En las páginas del libro se incluye el testimonio de varios predestinados, como las nutricionistas Adriana Caldo y María Pappa, y el reparador de carruajes Andrés Carro.
La publicación compila más de 100 casos rescatados de páginas web, páginas amarillas, diarios, carteles de la calle, etcétera.
El libro intentó buscar una explicación: “¿Cañete, quería ser plomero o decidió dedicarse a eso después de que lo cargaran durante toda la primaria?”. La mayoría de los entrevistados en el texto aseguran que sus apellidos no los influyeron a la hora de elegir su profesión. Sin embargo, el autor considera que: “si tienen ese apellido, por algo será”.
En una entrevista que le hicieron al periodista Duer el año pasado, cuando presentó el libro, el autor contó que empezó a obsesionarse con los nombres de personas que coinciden con sus profesiones un día en que iba por la calle y vio un cartel que decía: “Alfredo Carozo. Semillería”. “Porque el hombre podría haberle puesto a su negocio vivero. Pero no, se llama Carozo y le puso semillería”, expresó a un diario de Buenos Aires.

Ejemplos en el libro
Pareciera que muchos no pretenden ocultar la relación entre su apellido y ocupación. Tal es el caso de Carlos Paredes, que le puso su nombre a su inmobiliaria. Lo mismo hicieron Claudia Adorno con su negocio de decoración y el diseñador Carlos Malvestitti, quien no dudó en estampar su apellido en una marca de ropa deportiva.

Algunas de las personas incluidas en el libro ni se enteran de la gracia de su nombre por una cuestión de lenguas. Es difícil, por ejemplo, que el alemán Heinrich Pudor haya captado la ironía de ser fundador del movimiento nudista.

El mundo médico está plagado de casos: Eloy Sordelli, otorrinolaringólogo; Norberto Garrote, experto en violencia familiar; Guillermo Speranza: especialista en fertilidad; José Duro, urólogo, y Claudio Pequeño: cirujano infantil. También está el ginecólogo Domingo Pujato y hay dos especialistas en patologías mamarias: los doctores Bustos y Teti.

Algunos veterinarios parecen empujados por sus apellidos a la hora de elegir la profesión: es el caso de Rubén Gatti, ex presidente de la Asociación de Medicina Felina y autor de libros especializados en felinos y también de la veterinaria Gloria Perrupato, quien puso orgullosa su nombre en la chapa del consultorio que tiene en Buenos Aires.

En el área del deporte hay casos sorprendentes como el del arquero Luciano Palos, y el de Oscar Carman, quien fue presidente del Automóvil Club Argentino. También José Barrita, el célebre ex líder de la barra brava de Boca.

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