Un problema de todos los días

Un problema de todos los días

20 Noviembre 2007
“TENGO $ 40.000 EN MAQUINAS fotocopiadoras que están paradas. No las pongo a funcionar porque no tengo monedas (para dar el vuelto a los clientes que vienen por fotocopias). Nunca las fotocopias generaron grandes ganancias, pero al mismo tiempo no puedo usufructuar estas máquina, a causa de estos inconvenientes. Y hay mucha violencia en la gente, que piensa que nos quedamos con las monedas”. (Diana Míguez, propietaria de una librería)

“TENEMOS PROBLEMAS TODO EL TIEMPO. Es impresionante. No hay nada de nada. Ahora, por ejemplo, estoy sin una moneda de $ 0,10. Además, esto genera estrés, porque hay gente que no entiende que realmente nos faltan. Por ahí, zafamos con las de $ 1, porque la máquina de ositos funciona con esas monedas”. (Valeria Ruiz, encargada de un quiosco)

“LAS DE $ 0,10 Y LAS DE $ 0,05 son las que más faltan. La mayoría de las veces hay que dar caramelos. Y hay clientes que los aceptan sin problemas, pero otros que se enojan y te dicen: ‘tu obligación es tener vuelto’, por ejemplo. Pero no nos queda otra opción. Generalmente, se siente con más fuerza el faltante en los primeros días de cada mes”. (Marcela Figueroa, encargada de un locutorio-drugstore)

“AQUI SE PIERDE POR DIA MUCHA PLATA. Hay revistas que salen $ 2,10 o $ 4,10 y tenés que venderlas a $ 2 y a $ 4, por ejemplo, porque no hay monedas. A una de computación que sale $ 9,20 siempre la terminamos vendiendo a $ 9. No sabemos qué pasa, pero este último mes fue terrible. A veces viene un cliente nuestro que tiene un cuñado que es dueño de un videopóker y nos trae monedas. Pero lo normal es que nos falten. El problema de las revisterías es que no hay ni caramelos para dar vuelto”. (Norma Vázquez, encargada de una revistería)

“ESTE PROBLEMA VIENE DESDE HACE AÑOS, pero se profundizó en los últimos dos meses, porque conseguíamos cambio con más facilidad en los negocios de aquí cerca, pero ahora ninguno tiene monedas suficientes. Las que más se consiguen son las de $ 0,25, pero el resto es imposible. Y los clientes se dan cuenta y te piden una aspirina o un analgésico por el valor del vuelto”. (Ariel Romano, vendedor de una farmacia)

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