Buenos Aires.- El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, se encargó de mantener la tensión con la Argentina al asegurar que se acabó el tiempo de toda la buena voluntad en la disputa por la pastera Botnia. "La postergación (de la habilitación de la fábrica), habría significado 15 días más de relajo, de insultos y de agravios", remarcó. La empresa, en tanto, informó que obtuvo el primer fardo de celulosa, y ambientalistas anunciaron más protestas contra el mal olor que emana la pastera. (NA)