Una oposición fragmentada busca forzar la segunda vuelta

Una oposición fragmentada busca forzar la segunda vuelta

Análisis. Por Jorge Liotti Agencia DyN.

17 Octubre 2007
BUENOS AIRES.- Pese a los intentos por unificar candidaturas, la oposición concurrirá dividida a las elecciones del próximo 28 y con toda la esperanza puesta en forzar un ballottage que cambie el actual escenario político, dominado por un oficialismo en ventaja.
En consecuencia, la oferta de los candidatos que enfrentarán a Cristina Fernández de Kirchner quedó fragmentada en cinco postulaciones principales, y otras siete con menores chances, en un contexto de marcada crisis de los partidos políticos.
Además Mauricio Macri, quien había emergido como un referente de la oposición tras las elecciones para jefe de Gobierno porteño, optó por no competir por la Presidencia y mantener un papel periférico en la campaña.
Los dos aspirantes que aparecen con más chances de forzar un ballottage son Elisa Carrió, de la centroizquierdista Coalición Cívica, y Roberto Lavagna, de Una Nación Avanzada (UNA), una coalición de radicales y peronistas no kirchneristas.
En un segundo pelotón se ubican Ricardo López Murphy, con el sello del centroderechista PRO pero sin demasiado respaldo de Macri; Alberto Rodríguez Saá al frente del Frejuli, una escisión peronista que reivindica las banderas históricas del PJ, y Jorge Sobisch, por el Movimiento Provincias Unidas.
Todos los candidatos exploraron posibilidades de alianzas o acuerdos electorales, pero la mayoría de ellos fracasó frente a la escasa voluntad para resignar espacios. Carrió coqueteó con la idea de sumar a López Murphy, pero después de negociaciones frustradas, y tras una rebelión en su propio partido por el cambio de perfil que hubiese implicado esa coalición, la candidata presidencial terminó de acordar con el Partido Socialista y sumó al senador Rubén Giustiniani como su compañero de fórmula.
Tampoco prosperaron las tratativas entre Lavagna y Macri para ir con una candidatura unificada, por lo que el ex ministro siguió su camino y el electo jefe de Gobierno porteño terminó con un apoyo forzado a López Murphy.
Lavagna ató con más fuerza su relación con el radicalismo y sumó como candidato a vice a Gerardo Morales, presidente de la UCR. López Murphy, en tanto, optó por Esteban Bullrich, diputado de su propio partido, Recrear. Rodríguez Saá, que en algún momento participó de conversaciones con Carlos Menem y Ramón Puerta para sumar a Jorge Sobisch a un espacio del peronismo residual, terminó con el ex senador Héctor Maya como compañero de fórmula.
En tanto Sobisch, cansado de las dilaciones de sus interlocutores peronistas, decidió jugar su candidatura por separado, en alianza con otro ex integrante del entorno menemista, el escritor Jorge Asís.

Los escándalos
A pesar de los numerosos escándalos que afectaron al Gobierno en los últimos meses, como el caso Skanska, la bolsa de dinero de la ex ministra Felisa Miceli o el episodio del venezolano Antonini Wilson, los candidatos de la oposición tuvieron dificultades para crecer en los sondeos de opinión. Según las encuestas, tampoco han logrado capitalizar los problemas como la inflación o la inseguridad, dos de los temas de agenda que más preocupan a vastos sectores sociales.Durante toda la campaña, la oposición apareció sin rival visible, ya que Cristina Fernández optó por no participar de debates públicos ni responder a las críticas de sus competidores.
Por estos motivos la oposición ha exhibido muchas dificultades para plantearse como una alternativa a nivel nacional, a pesar de haber conseguido triunfos resonantes en algunos distritos, como en la Ciudad de Buenos Aires (el PRO), en Santa Fe (el PS) o en Tierra del Fuego (el ARI).