13 Agosto 2007 Seguir en 
EL MEJOR. Carlos Pinello se dio el gusto de conquistar el título de la N-6. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
"Fue una carrera espectacular. Valió la pena esperar: en las primeras cinco abandoné; en la de El Cadillal salí segundo y esta vez obtuve el triunfo en mi clase y en la general. Más no puedo pedir". Juan Gil De Marchi mostró una lógica felicidad por la victoria en Juan Bautista Alberdi. La misma que mostraron otros vencedores de la jornada, como Pedro Moraiz y Tomás García Hamilton, que ganaron en las clases N-3 y N-5.
Gil De Marchi, de 24 años, recibió cientos de abrazos de los aficionados y de sus familiares, que le tributaron una ovación durante la ceremonia del podio. El piloto de Aguilares, embargado por la emoción, respondió con una sonrisa permanente. "Es lindo ganar una carrera así, peleada hasta el final. Y lo hice con un auto bárbaro, como el que me entrega ?Freddy? Sánchez. En su equipo todo se hace muy bien y los resultados lo demuestran. Además, que el rival en la definición haya sido Rubén Posse es un honor. El me enseñó mucho de lo que sé hacer sobre un auto", confió.
El ganador, además, recordó que con la que concluyó ayer, apenas corrió siete carreras en un auto con techo. "Por eso me falta aprender un montón. Haber pasado del autocross, que es una escuela de manejo y un desafío permanente, a un VW Gol, lo pagué con errores propios en las primeras cinco pruebas. Ahora las cosas están cambiando", concluyó.
Y volvió un día...
Moraiz logró cerrar una buena actualidad después de más de un año. Por ello, su felicidad era enorme. "En las pruebas tenía buenos parciales, pero me faltaba ?redondearlos? con dos etapas al máximo. El auto que me entregó Miguel Leiva funcionó a la perfección. Fue una de las claves para controlar a Cristian Almonte, que resultó un gran rival en Alberdi. Otro punto a favor es tener a José María Drago como navegante: sabe mucho. Ahora vuelvo a estar prendido en el torneo y voy por más", comentó.
Mayor desafío
García Hamilton, el nuevo líder de la N-5, destacó el trabajo de su escolta, Enzo Servili. "Fue una lucha apretada la que tuvimos. Me siento muy contento por lo que logré, en un rally muy duro en el que el auto sufrió bastante. Ahora, el desafío es mayor para mí", aseguró.
Gil De Marchi, de 24 años, recibió cientos de abrazos de los aficionados y de sus familiares, que le tributaron una ovación durante la ceremonia del podio. El piloto de Aguilares, embargado por la emoción, respondió con una sonrisa permanente. "Es lindo ganar una carrera así, peleada hasta el final. Y lo hice con un auto bárbaro, como el que me entrega ?Freddy? Sánchez. En su equipo todo se hace muy bien y los resultados lo demuestran. Además, que el rival en la definición haya sido Rubén Posse es un honor. El me enseñó mucho de lo que sé hacer sobre un auto", confió.
El ganador, además, recordó que con la que concluyó ayer, apenas corrió siete carreras en un auto con techo. "Por eso me falta aprender un montón. Haber pasado del autocross, que es una escuela de manejo y un desafío permanente, a un VW Gol, lo pagué con errores propios en las primeras cinco pruebas. Ahora las cosas están cambiando", concluyó.
Y volvió un día...
Moraiz logró cerrar una buena actualidad después de más de un año. Por ello, su felicidad era enorme. "En las pruebas tenía buenos parciales, pero me faltaba ?redondearlos? con dos etapas al máximo. El auto que me entregó Miguel Leiva funcionó a la perfección. Fue una de las claves para controlar a Cristian Almonte, que resultó un gran rival en Alberdi. Otro punto a favor es tener a José María Drago como navegante: sabe mucho. Ahora vuelvo a estar prendido en el torneo y voy por más", comentó.
Mayor desafío
García Hamilton, el nuevo líder de la N-5, destacó el trabajo de su escolta, Enzo Servili. "Fue una lucha apretada la que tuvimos. Me siento muy contento por lo que logré, en un rally muy duro en el que el auto sufrió bastante. Ahora, el desafío es mayor para mí", aseguró.
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