Las maquinitas tragaabogados

El hilo se cortó por lo más delgado. Los doctores Fernando Grucci y Alberto Flores pagaron el pato por una negligencia de la Fiscalía Municipal.
El gobernador José Alperovich, cada vez que pasa algo en su gabinete, se hace responsable del problema y protege al funcionario. Parece que el ejemplo no sirvió o, tal vez, no lo tengan como referente ni el intendente Domingo Amaya ni el fiscal municipal Leonardo Szachniuk. Exactamente en dos horas encontraron a los culpables. A las 9 de ayer, el fiscal les pidió la renuncia, y a las 11 ambas dimisiones ya estaban protocolizadas.
Sin dudas, actuaron a una velocidad inusitada que el propio Szachniuk no tuvo a la hora de apelar la medida cautelar de Casino Club.
Lo que no queda claro es por qué se desplaza a dos abogados de la Fiscalía si la resolución judicial que permite a la firma de los tragamonedas no pagar el tributo parecería no ser tan importante. “Esto no es definitivo ni hace al fondo -el tributo- cuya naturaleza no es cuestionada. Una cautelar puede ser modificada o disminuida durante el proceso”, dijo el propio Szachniuk.
Estas contradicciones no es lo único que deberá analizar Amaya -¿o Alperovich?-. Sobre su escritorio estarían también el pedido de licencia del fiscal municipal y la fecha de su reintegro al trabajo.