09 Febrero 2007 Seguir en 
PROTAGONISTA. Marion Cotillard dijo que no quiso hacer una imitación. REUTERS
BERLIN.- Los críticos no se pusieron de acuerdo sobre la película: para algunos pasó indiferente, mientras que para otros, la voz de Edith Piaf hechizó a esta ciudad.
"La Mome" es una clásica película sobre el ascenso, el esplendor y la caída de una estrella. Eso es "La vie en rose", del francés Olivier Dahan, centrada en la vida de la diminuta cantante francesa cuya vida fue empañada por la tragedia. El filme que ayer inauguró el Festival Internacional de Cine de Berlín es uno de los 22 que aspiran al codiciado Oso de Oro, que será entregado el 17.
La película dejó bastante indiferente a la prensa especializada, a pesar del buen trabajo de Marion Cotillard en la difícil tarea de encarnar a la diva francesa desde su juventud hasta su muerte, el 11 de octubre de 1963, a los 47 años.
Pero a pesar del enorme esfuerzo de la actriz, la escasa emoción que generaron los 140 minutos de "La Mome", como se titula el filme en el original en francés, se desprendió sobre todo de las numerosas interpretaciones originales de la legendaria cantante, entre ellas, "La vie en rose", "Non, je ne regrette rien" y "Milord". Ni siquiera la presencia de actores de la talla de Gérard Depardieu, Sylvie Testud y Emmanuelle Seigner pudo levantar la floja impresión general que dejó el filme inaugural, que según su director "no es una biografía, sino un retrato".
Sin embargo, para la agencia Reuter, la mágica voz de Edith Piaf hechizó a Berlín. "La vie en rose" fue una adecuada inauguración para una competencia que presentará cuatro cintas francesas, entre ellas "Angel", que será mostrada en la clausura.
Cotillard debió encarnar a la cantante desde los 20 años hasta su muerte a los 47, desde la cima de su fama internacional, pasando por un apasionado romance hasta su declive en soledad con una dolorosa enfermedad y la dependencia del alcohol y las drogas.
"No sólo fue una imitación de Edith Piaf", dijo Cotillard a la prensa después de la exhibición de la cinta. "Yo quise hacer más que eso. Quise traerla a la vida y todos juntos hicimos eso", agregó. (Reuter- DPA)
"La Mome" es una clásica película sobre el ascenso, el esplendor y la caída de una estrella. Eso es "La vie en rose", del francés Olivier Dahan, centrada en la vida de la diminuta cantante francesa cuya vida fue empañada por la tragedia. El filme que ayer inauguró el Festival Internacional de Cine de Berlín es uno de los 22 que aspiran al codiciado Oso de Oro, que será entregado el 17.
La película dejó bastante indiferente a la prensa especializada, a pesar del buen trabajo de Marion Cotillard en la difícil tarea de encarnar a la diva francesa desde su juventud hasta su muerte, el 11 de octubre de 1963, a los 47 años.
Pero a pesar del enorme esfuerzo de la actriz, la escasa emoción que generaron los 140 minutos de "La Mome", como se titula el filme en el original en francés, se desprendió sobre todo de las numerosas interpretaciones originales de la legendaria cantante, entre ellas, "La vie en rose", "Non, je ne regrette rien" y "Milord". Ni siquiera la presencia de actores de la talla de Gérard Depardieu, Sylvie Testud y Emmanuelle Seigner pudo levantar la floja impresión general que dejó el filme inaugural, que según su director "no es una biografía, sino un retrato".
Sin embargo, para la agencia Reuter, la mágica voz de Edith Piaf hechizó a Berlín. "La vie en rose" fue una adecuada inauguración para una competencia que presentará cuatro cintas francesas, entre ellas "Angel", que será mostrada en la clausura.
Cotillard debió encarnar a la cantante desde los 20 años hasta su muerte a los 47, desde la cima de su fama internacional, pasando por un apasionado romance hasta su declive en soledad con una dolorosa enfermedad y la dependencia del alcohol y las drogas.
"No sólo fue una imitación de Edith Piaf", dijo Cotillard a la prensa después de la exhibición de la cinta. "Yo quise hacer más que eso. Quise traerla a la vida y todos juntos hicimos eso", agregó. (Reuter- DPA)
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