Los alumnos están conmocionados por la desaparición

Padres de chicos del colegio Padre Roque Correa no saben cómo explicarles por qué su maestra no va a clases.

08 Agosto 2006
A pesar de que Angela Beatriz Argañaraz desapareció hace ya más de una semana, los padres de los alumnos del colegio Padre Roque Correa, en el que se desempañaba, todavía no pueden salir del estupor.
Sostienen que los chicos están muy afectados por el caso y que, por más que en la institución les brindan mucha contención, sus hijos sufren estados de angustia constantes.
“Tengo el mejor concepto de ella. Con mi hijo fue siempre excelente. Y ahora no sé cómo explicarle que desapareció. Por suerte, en el colegio les brindan mucha contención a los alumnos, pero si para un padre es difícil entender todo lo que está pasando, imagínese para ellos”, dijo Teresa, mamá de un chico de sexto grado que era alumno de la docente desaparecida (la mayor parte de los padres prefirió no dar su apellido para no exponer públicamente a sus hijos).

Rezos
“Los chicos rezan mucho por ella, pero igual están angustiados. Los más chiquitos no tienen conciencia de lo que pasó, pero los más grandes ya se dan cuenta de que algo malo ocurrió y se preocupan. Además, todo esto es muy cercano a ellos”, explicó Alejandra, otra de las madres.
Oscar Gordillo, tío de uno de los alumnos de la institución, afirmó que está shockeado con la desaparición de la maestra. “Es increíble que cosas como estas ocurran en nuestra sociedad. Ojalá que todo termine de la mejor manera. Pero el susto que se están llevando los chicos no se los va a quitar nadie”, sostuvo el hombre, que esperaba a su sobrino frente a la escuela.
“Aunque uno trate de hacerles pensar en otra cosa, los chicos ven las informaciones sobre el caso en la televisión todos los días. Es imposible mantenerlos ajenos y están viviendo una situación que no es recomendable para un niño que, en realidad, debería estar jugando y preocupado por cualquier otra cosa”, protestó Norma, otra de las madres. “Preguntan qué es lo que pasó, pero no se les puede explicar. Uno intenta mantener a los hijos lejos de estas cosas; pero es imposible, porque todo el mundo habla de la desaparición”, agregó otra madre. LA GACETA intentó hablar ayer con las autoridades del colegio Padre Roque Correa, pero no recibió ninguna respuesta.


APORTE DE LOS LECTORES

“LOS CHICOS DE LA BETTY”

Cuarenta niños de delantal blanco y otros 40 de uniforme marrón caminan lentamente mirando al piso. El más alto no supera el metro veinte. Tienen entre 8 y 9 años, despiertan de noche llorando y encienden velas rogando el milagro. Muchos no quieren volver a la escuela. Son “los chicos de la Betty”, los mismos que el 28 de julio se despidieron con un “hasta el lunes”, orgullosos porque su “seño” se convertía en “la dire”. Me pregunto si su captor tendrá conciencia de cuántas vidas está cegando; o si aquel que algo sabe y no aparece ha olvidado a su maestra de 3º grado.
“Los chicos de la Betty” sufrirán pesadillas mucho tiempo, necesitarán ayuda infinita para recuperar su fe y nunca, pero nunca, podrán olvidar.
Duele ver a sus hermanos desgarrados por el dolor; a su sobrina a punto de parir caminando pesadamente; a su compañero convertido en una sombra y a nosotros, sus amigos, masticando impotencia y rabia. Pero ver a sus chicos, a ese desfile fantasmal de caritas que no encuentran la sonrisa... resulta desgarrador.
Invito a hombres y mujeres que quieran vivir en paz a participar activamente de los reclamos por justicia. Si no lo hace por Betty; si no lo hace por los casi 80 casos sin esclarecer que hay en la provincia, hágalo por usted, por aquel que supo ser cuando iba a 3º grado.

Cristina Hynes O‘Connor
crisshynes@yahoo.com.ar