“Ellas son las asesinas. Son dos monstruos”. La afirmación de Julio Navarro, ex pareja y amigo de Angela Beatriz Argañaraz, dejó helados a los que lo escuchaban en el atrio de la iglesia San Francisco.
Al término de la misa que se ofició en el templo de San Martín y 25 de Mayo para rogar por la aparición de la maestra y futura directora del colegio Padre Roque Correa, Navarro responsabilizó directamente a Nélida Fernández y a Susana Acosta, las únicas detenidas.
“Hay muchos indicios. Fueron las únicas que no llamaron para preguntar por ‘Betty’. Tampoco informaron que habían recibido un mensaje de texto de ella a las 7 de la mañana (aproximadamente la hora en que desapareció)”, insistió Navarro. “Además -agregó- ese día, a las 10.30, cuando la directora del colegio entró desesperada porque ‘Betty’ no llegaba, Susana le dijo ‘no te preocupes, ya va a aparecer’. Un día antes, había hablado con ‘Betty’ para pedirle que pasara por su casa para recoger ‘una sorpresa para ella y un regalito para Julio’. Todo esto era el regalito. Por eso digo que son perversas”, añadió.
Ocho días de angustiaArgañaraz salió de su casa el lunes 31 de julio para ir a trabajar; tomó el colectivo 103 y se bajó en Alem y Lavalle. Allí, según testigos, se subió a un auto blanco, al que le hizo señas. Fue la última vez que se la vio. La Policía busca indicios de la maestra en toda la provincia.
Navarro dijo que todos estos datos los comentó ante la fiscal Adriana Gianonni cuando hizo el relato de las últimas horas que pasó con la maestra. Pero, dijo, sus sospechas se dispararon el miércoles, cuando supo que Acosta había recibido un mensaje de texto en el que la desaparecida le decía “ya voy”. “Recién entonces me cayó la ficha”, indicó Navarro.
El hombre, que fue pareja de Argañaraz y que siguió viviendo con ella pese a que estaban separados, recibió emocionado los abrazos y las muestras de apoyo de los familiares y amigos que asistieron anoche a la misa en San Francisco. El oficio religioso estuvo a cargo del fraile Ariel Amato, representante legal del colegio Padre Roque Correa, del sacerdote Oscar Cuevas y del vicario general de la Arquidiócesis, monseñor Melitón Chávez.
En la primera fila, a la derecha del altar, se sentaron hermanos y sobrinos de Argañaraz. También en primera fila, a la izquierda, la secretaria de Educación rezó por la aparición de la maestra. “Toda la sociedad debe colaborar para el esclarecimiento de este caso, pero hay que acompañar sin transmitir tonterías ni repetir pavadas, sino ayudar a la gente que está angustiada”, dijo Amato en su homilía.
Liliana Argañaraz, hermana de “Betty”, dijo que, si la Policía de Tucumán no tiene los recursos que necesita, debería pedirle ayuda a la Nación.
Atep pide que se implementen políticas efectivas de seguridad
La Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales (Atep) participó de la misa realizada en la iglesia San Francisco, para pedir por la pronta aparición de la maestra Angela Beatriz Argañaraz. “Estamos preocupados por la desaparición de nuestra compañera. Como dirigente del gremio al que Betty está afiliada, consideré necesario reclamar a las autoridades de la provincia que se tomen todas las medidas para esclarecer este caso”, declaró César Américo Zelarayán, secretario general del gremio. Según el dirigente, los maestros están movilizados no sólo por este caso, sino por la inseguridad que se vive en toda la provincia. “Son muchísimos los docentes que tienen que viajar de una escuela a otra, y en tanto el sistema de transporte no sea seguro todos nos sentimos en peligro. Los maestros nos vemos involucrados a diario en temas como la violencia escolar y el aumento de la drogadicción entre los adolescentes. Debemos exigir al Gobierno un plan de seguridad que contemple estos aspectos”, dijo.