"La corrupción ya ha dejado de ser un hecho individual"

"La corrupción ya ha dejado de ser un hecho individual"

El experto opinó que la falta de seguridad jurídica impide crecer.

23 Agosto 2005

En la Argentina actual han irrumpido los llaneros solitarios que -ante la deserción del Estado- han decidido hacer justicia por mano propia. El constitucionalista Jorge Vanossi apeló a la legendaria figura del cómic para graficar su reflexión pesimista de que las instituciones están en mora en este país.
El experto también recordó que la ausencia de seguridad jurídica no permite el crecimiento del capital ni del trabajo, y recordó, en palabras de Weber, la importancia de ese concepto “como nota de previsibilidad o de predictibilidad”. En ese punto, sostuvo que la clave de un estado de derecho es el cumplimiento de esa cláusula. “Cuando cambian las reglas del juego, el interesado en seguir operando intentará obtener en dos años los beneficios que debería haber obtenido en dos décadas”, enfatizó el disertante.
Vanossi, miembro de diversas academias nacionales argentinas y extranjeras, y con una dilatada trayectoria académica y política, disertó anoche en Tucumán en el marco del ciclo de conferencias de LA GACETA, donde fue presentado por el doctor Carlos Páez de la Torre (h).
A lo largo de casi dos horas, el disertante acercó respuestas a la pregunta que se había formulado como título de su conferencia: si la democracia constitucional argentina contiene un estado de derecho. 

Las señales
Según Vanossi, en la Argentina actual hay diversas señales de alerta institucional, tales como la corrupción, el olvido, el desconocimiento y el incumplimiento de las normas, y la existencia de una “tiranía moderna y benefactora que anda repartiendo con la chequera abierta”. En su propuesta para superar las debilidades que trazó en su diagnóstico, el expositor enumeró algunas prioridades: un marco legal preciso y estable; instancias administrativas ágiles y transparentes; jueces independientes y eficientes. “Para que funcione el estado de derecho también es importante la parte facticial del proceso; por ejemplo, que no se caiga el sistema, o que los tribunales estén abiertos”, ejemplificó. De la Justicia, dijo que esta no sólo debe ser independiente de los otros poderes, “sino también de la partidocracia y de la influencia mediática”.
Cuando se refirió a la necesidad de hacer conocer las normas, Vanossi señaló que esa es una tarea difícil, porque estas no están disponibles. “Estoy preparando un programa que reemplace el plan jefes y Jefas de Hogar. Y aunque sé que hay 60 normas que legislan sobre el tema, no las puedo conocer”, afirmó.

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La división de poderes
“Hay que garantizar el cumplimiento de las normas; y respetar la división de los tres poderes del Estado. En ese aspecto, hay que terminar con la decretomanía: desde Urquiza hasta Alfonsín hubo sólo 34 decretos; Y en estos dos años ya hay más de 200”, añadió Vanossi en otro tramo de su exposición.
Cuando aludió a la corrupción, opinó que esta ha dejado de ser un hecho individual, y que se ha convertido en global. “El corrupto -dijo- busca la impunidad en las cercanías del poder”.
“Pero para bajar el desasosiego social hay que bajar la desocupación; y para ello se requiere tanto del Estado como de la iniciativa de los particulares. Es necesario volver a la ‘movilidad ascendente’ de la Argentina. Pero para ello se necesita una reforma política: y cambiar el sistema electoral es apenas el comienzo”, argumentó. Como síntesis, manifestó el desafío pendiente de un pueblo “que necesita visualizar lo que se percibe como meta”.

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