Navidad y muérdago: qué simboliza la tradición de besarse en Nochebuena
Cada Navidad, una antigua tradición vuelve a ocupar un lugar central en reuniones familiares y celebraciones románticas: besarse debajo del muérdago. Aunque hoy se asocia al amor, la buena suerte y los nuevos comienzos, su origen se remonta a siglos atrás y está profundamente ligado a mitos, creencias y rituales de las culturas europeas y escandinavas.
Conocido científicamente como viscum álbum —también llamado arfueyu—, el muérdago es una planta que crece sobre árboles como el manzano, el roble, el pino o el olmo, y se reconoce por sus hojas redondeadas y sus características bayas blancas o rojas. Su presencia en relatos populares comenzó a consolidarse a partir del siglo XVII y, con el paso del tiempo, la costumbre de colgarlo en Nochebuena se expandió a distintos puntos del mundo.
Para los druidas, una influyente clase sacerdotal de las antiguas culturas celtas, el muérdago era considerado una “planta mágica”. Creían que tenía propiedades protectoras y reconstituyentes: servía para alejar la maldad, prevenir enfermedades, favorecer la fertilidad e incluso otorgar invisibilidad. Ese halo místico es el que, siglos después, sigue envolviendo a una tradición que cada Nochebuena invita a celebrar el amor y la unión.
¿Cuál es la leyenda del muérdago?
El muérdago tiene origen en el siglo 17 en Escandinavia que venía de la cultura Celta,. Era una planta sagrada druida de uso particular para los sumos sacerdotes, maestros y jueces de Irlanda y Gran Bretaña, así como el norte de España porque se suponía que tenía funciones para adivinar.
La teoría de la magia del muérdago radicaba en que sus hojas se mantenían verdes todo el año y por ende se asoció a sentimientos estables como la paz y el amor. De hecho, bajo esta planta se celebraban matrimonios y treguas de batalla.
Un siglo después, el muérdago llegó a la Navidad y adquirió un sentido romántico, ya que los escandinavos creían que los amores jóvenes bajo la planta no podían negarse al influjo de darse un beso y de ahí a iniciar una relación romántica, para el siglo 19 en Europa un beso bajo el muérdago ya se consideraba una petición formal de boda y una predicción de matrimonio.
¿Qué significa besarse debajo del muérdago?
La costumbre de besarse bajo el muérdago tiene raíces antiguas y se remonta a la mitología nórdica. En ese universo simbólico, Frigg —esposa de Odín— era la diosa del amor y protectora de los amantes, y el muérdago uno de sus emblemas más representativos. Madre de Baldur y Loki, figuras que encarnaban el bien y el mal, Frigg buscó proteger a su hijo más amado haciendo prometer a todos los seres del mundo que no le causarían daño, aunque olvidó incluir al muérdago en ese juramento.
Esa omisión fue aprovechada por Loki, quien entregó la planta al dios ciego del Invierno. Con ella, Baldur fue apuñalado hasta morir. Desconsolada, Frigg lloró sobre el cuerpo de su hijo y, según el mito, sus lágrimas se transformaron en bayas de muérdago, permitiendo así que Baldur volviera a la vida.
Como celebración de ese milagro, la diosa decidió besar a toda persona que pasara bajo el muérdago, gesto que dio origen al simbolismo actual de la tradición. Con el avance del cristianismo, muchas prácticas paganas fueron incorporadas y resignificadas, y el muérdago terminó consolidándose como uno de los símbolos navideños más asociados al amor y la protección.









