La separación perfecta entre capas es lo que caracteriza a este postre navideño. Foto: El Gourmet
Después de la posguerra, los recursos escasearon en Alemania. En un contexto de carencias, las preparaciones culinarias se valieron de la creatividad para preparar buenos platos con pocos ingredientes y así surgió el popular turrón alemán. Aunque se trata de un postre que nació hace décadas en Europa, esta superposición de capas de galletas alcanzó una popularidad tal que lo hizo dar la vuelta al mundo.
El turrón alemán –más tarde versionado como torta Nugaton– tiene pocos ingredientes, fáciles de conseguir y no requiere cocción. Es perfecto para compartir en las fiestas porque es fácil de porcionar y, además, es fresco. Puede servirse luego de las comidas e incluso en desayunos, meriendas y colaciones. Según los ingredientes que se utilicen, se puede preparar una versión fit para volverlo más saludable.
Turrón alemán: el postre perfecto para Navidad
Este postre se prepara alternando dos capas diferentes. Por un lado, una pasta a base de chocolate y, por otro, varias capas de galletas tipo María. Pero la receta es tan versátil que pueden utilizarse galletas saladas de agua. Incluso estas son las favoritas de quienes prefieren cortar un poco la dulzura.
Además de chocolate y galletas, se utilizan tres ingredientes más para preparar la base del turrón alemán: manteca, azúcar y leche. El chocolate puede ser en barras para derretir o cacao en polvo. Además, algunas versiones llevan una cobertura más de chocolate, frutos secos u otras opciones para decorar. Las cantidades exactas son las siguientes:
- 200 gramos de galletas tipo María
- 200 gramos de manteca
- 150 gramos de azúcar
- 100 mililitros de leche
- 60 gramos de cacao sin azúcar
También puede decorarse con almendras o se pueden agregar nueces molidas a la preparación de chocolate.
1. En un recipiente a fuego mínimo, derretir la manteca con el azúcar y la leche o derretir la manteca de a 30 segundos en el microondas. Remover bien hasta que todo esté disuelto y perfectamente integrado.
2. Agregar el cacao en polvo tamizándolo y mezclar hasta que se integre completamente. También puede usarse chocolate derretido. Calentar por dos o tres minutos más y retirar del fuego.
3. Forrar un molde rectangular –idealmente– como una budinera con papel manteca o film. Realmente se puede utilizar cualquier forma de molde, pero la forma clásica es el rectángulo.
4. Verter una fina capa de la pasta de chocolate en la base del molde y agregar la primera capa de galletas, armando una especie de rompecabezas para que todo el chocolate quede cubierto.
5. Agregar una capa más de chocolate y otra de galletas y repetir el proceso hasta utilizar toda la pasta y todas las galletas. Debe terminar con una capa de chocolate para que las galletas queden ocultas.
6. Refrigerar mínimamente cuatro horas; idealmente, toda la noche. Una vez que esté firme, desmoldar con cuidado y cortar en porciones rectangulares con un cuchillo seco y afilado.









