Ídolos sin despedida: el doloroso patrón que se repite en Atlético Tucumán y priva a los hinchas del último aplauso

La inminente salida de Guillermo “Bebe” Acosta se suma a una lista que ya integran Cristian Lucchetti, el “Pulga” Rodríguez y otras figuras. Un repaso por las partidas de los referentes que marcaron la época dorada del club.

DESPEDIDA AMARGA. La época dorada del Decano también estuvo atravesada por las salidas conflictivas de sus referentes. DESPEDIDA AMARGA. La época dorada del "Decano" también estuvo atravesada por las salidas conflictivas de sus referentes.
Hace 2 Hs

La inminente salida de Guillermo “Bebe” Acosta de Atlético Tucumán reabre una herida que, lejos de cicatrizar, se profundiza en el sentimiento del hincha. ¿Por qué los referentes del “Decano” parecen condenados a irse por la puerta de atrás? ¿Es responsabilidad de los dirigentes o de los propios jugadores? Más allá de los culpables, la realidad marca una tendencia dolorosa: los fanáticos se ven privados, una y otra vez, de despedir a sus ídolos.

El primer antecedente fuerte de esta tendencia fue el de Cristian Lucchetti. “Laucha”, que llegó al club en 2012 y disputó 300 partidos en el club, se despidió abruptamente a fines de 2021 (Juan Manuel Azconzábal le comunicó que no iba a ser tenido en cuenta). “Me duele no haberme despedido como correspondía”, dijo el “1” en su momento.

Luego volvió como manager, pero esa experiencia duró menos de un año. Con el regreso de Miguel Abbondándolo a la estructura política dejó su cargo; otra vez, sin despedida.

Luis Miguel Rodríguez es otro ejemplo doloroso. Máximo goleador histórico del club (130 goles en 325 partidos), "Pulga" vivió tres ciclos en Atlético. Pero su salida también fue rara.

Las responsabilidades, en este caso, parecen compartidas. La relación entre el jugador y la dirigencia se fue deteriorando con el tiempo, lo que dificultó un regreso ordenado. Eso también generó distancia con el hincha. Pero, en su última etapa, la CD tampoco protegió al ídolo frente a la decisión del DT, privando a la gente de despedir en una cancha a su máxima figura.

Este año expuso con crudeza la tensión entre los referentes y la conducción del club. El primero en irse fue Leandro Díaz y ahora se le suma “Bebe”. A Acosta le comunicaron la decisión en el regreso a los entrenamientos y ahora se entrena apartado a la espera de una salida un poco más ordenada.

Así, las salidas de los referentes en Atlético conforman un patrón que va más allá de los nombres propios. A veces por conflictos dirigenciales, otras por decisiones de entrenadores que desestimaron trayectorias, y otras por errores de los propios jugadores.

El fútbol moderno suele devorarse ídolos, pero hay algo que no debería negociarse: el respeto por la historia y por el vínculo emocional entre el club y su gente.

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