Pantallas: un bastión para el periodismo de calidad

TAPA DEL 11S. Un número icónico de la revista. TAPA DEL 11S. Un número icónico de la revista.
Guillermo Monti
Por Guillermo Monti Hace 10 Hs

Más que por sus méritos narrativos y formales, que no escapan a la corrección de una puesta en escena carente de sorpresas o de originalidad, “The New Yorker cumple 100 años” se valora por otro lado. Hay en el documental dirigido por Marshall Curry (Netflix) una reivindicación del periodismo profesional alejado de la velocidad, de la fragmentación y de la lógica del clic. Como si se tratara de otro tiempo. Pero no; si The New Yorker sobrevive es porque se mantiene fiel a sus principios y al paladar centenario de sus lectores.

Historia de la revista

El documental propone un recorrido vivo por la historia de la revista fundada en 1925 por Harold Ross, pensada como una publicación urbana, irónica, exigente con el lenguaje y profundamente respetuosa de la inteligencia del lector.

El relato es coral, aunque apoyado en la figura de David Remnick, el actual director. En una de las escenas charla con Jon Lee Anderson, quien le cuenta sobre el reportaje que estaba escribiendo sobre Javier Milei (“ese tipo loco”, le dice). Ciertamente, el Presidente no salió bien parado en ese texto. Es una constante en la historia de The New Yorker lo incisivo en el trato con los poderosos y lo profundo de las coberturas. Por sus páginas pasaron los grandes hechos de los últimos 100 años, contados siempre con una prosa exquisita e infalible. Es tal la obsesión por la precisión que al cerrarse la edición un equipo de 29 “chequeadores” revisa cada dato.

No faltan los hitos históricos cubiertos por la revista, desde la Gran Depresión hasta el 11 de septiembre de 2001, con la icónica tapa negra de las Torres Gemelas apenas delineadas. Otro aspecto llamativo es la atención que se presta al diseño y a la ilustración. En The New Yorker, el arte es una declaración de principios.

EUSTACE TILLEY. El dandy, clásico de las portadas. EUSTACE TILLEY. El dandy, clásico de las portadas.

La crisis de los medios tradicionales, la precarización del oficio y la desconfianza creciente hacia la prensa atraviesan el relato de manera explícita. Frente a ese escenario, “The New Yorker cumple 100 años” ofrece una convicción: el periodismo de calidad sigue siendo imprescindible.

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