FELICES. Algunos de los participantes de la remada nocturna, luego de la actividad que se realizó en las aguas del lago de El Cadillal. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL - PRENSA
La noche del sábado, Tucumán Kayak Club propuso una experiencia distinta para disfrutar de la naturaleza con una nueva edición de la “Remada de luna llena” en El Cadillal. La actividad comenzó minutos antes de las 20 y reunió a más de 60 personas que llegaron para vivir una travesía nocturna en el lago. Acompañados por ocho instructores del club, aficionados, niños, deportistas y curiosos se encontraron en las orillas para un evento que combinó deporte, paisajes y gastronomía.
El punto de partida fue la Base TKC, ubicada en el estacionamiento del bar La Isla. Allí los participantes recibieron las indicaciones previas antes de ingresar al agua. Antes de las 20 se inició la navegación. Aunque la luna se mantuvo detrás de las nubes y el pronóstico meteorológico anunciaba tormentas, la actividad se desarrolló sin inconvenientes. Sin luz de luna pero con un clima amable y viento fresco, familias, parejas y grupos de amigos remaron durante unos 40 minutos hasta la isla ubicada a la derecha del dique.
AL COMIENZO. Cuando todavía quedaba algo de sol, los participantes levantan sus manos mientras están subidos en los kayaks. La jornada comenzó oficialmente pasadas las 20.
Guitarreada
En ese lugar descendieron y disfrutaron de una guitarreada, un refrigerio y un fogón. Luego de una hora allí, el regreso a la orilla demandó otros 40 minutos de remo. Hubo un momento para meditar y flotar en el agua cálida mientras apreciaban las luces de la costa y la inmensidad de la noche.
RODEANDO EL FUEGO. Luego de la actividad acuática, los participantes disfrutaron de distintas experiencias frente a un fogón.
Pocos son los que han tenido la posibilidad de nadar en las aguas nocturnas del dique. El sábado por la noche, 60 tucumanos pudieron hacerlo. Empapados pero animados por el hambre, regresaron a la orilla, se cambiaron de ropa y se sentaron a compartir pizzas a la parrilla.
CHEQUEO. Algunos de los remeros chequean los kayaks, a poco de salir del agua.
EN ACCIÓN. Los participantes se las ingeniaron para remar en medio de la noche.
Muchos de los presentes en el lago del dique estaban expectantes por el pronóstico, que anticipaba una lluvia, que llegaría recién en la madrugada del domingo. De esta manera, la experiencia pudo ser completa.








