AÑO DE MARCAS. El seleccionado argentino cerró 2025 con récords individuales, nuevos nombres en escena y un triunfo histórico ante los All Blacks en casa.
El 2025 fue un año intenso para Los Pumas. Con calendario lleno, nuevos nombres, jugadores consolidados y momentos que quedarán guardados para siempre, el seleccionado cerró la temporada con sensaciones mixtas en lo deportivo, pero con avances que trascienden los resultados. La estadística dice que disputaron 13 partidos, con 6 victorias y 7 derrotas, un balance equilibrado que dejó lecciones y continuidad con miras a Australia 2027.
En ofensiva, el equipo apoyó 43 tries a lo largo del año, mientras que recibió 52. Las individualidades también escribieron su capítulo. Rodrigo Isgró fue el tryman del 2025 con 5 conquistas, seguido por Bautista Delguy con 4, y más atrás Julián Montoya, Justo Piccardo y el tucumano Tomás Albornoz, todos con presencia fuerte en el ingoal rival cuando el partido se rompía.
El 2025 quedará marcado como el año en el que dos referentes alcanzaron números inéditos con la camiseta argentina. Pablo Matera se convirtió en el jugador con más tests de la historia (121), un registro que hasta hace poco parecía imposible. A su lado, Julián Montoya cerró el año como el capitán con más partidos en el seleccionado (55), huella fuerte para uno de los líderes de este ciclo.
También fue temporada de reconocimientos para una camada que viene sosteniendo el recambio. Juan Cruz Mallía y Juan Martín González alcanzaron los 50 caps, mientras que los debutantes con más rodaje fueron Simón Benítez Cruz (11 partidos) y Agustín Moyano (8), señales de un plantel que se ensancha y suma alternativas reales en puestos clave.
Más allá de los números, el 2025 será recordado por dos hitos. El primero, enorme, llegó cuando Argentina se convirtió por primera vez en cabeza de serie para un Mundial, un reconocimiento que refleja el crecimiento sostenido del seleccionado en los últimos ciclos. El sorteo de Australia 2027 confirmó que compartirá el Grupo C con Fiji, España y Canadá.
El otro momento imborrable se vivió dentro de la cancha. Los Pumas le ganaron a los All Blacks por primera vez en Argentina, un festejo que sacudió al rugby local y reavivó el sentimiento del público con la camiseta celeste y blanca. Esa tarde quedó como un punto emocional del año, una inyección de confianza que se proyecta directo al próximo gran objetivo mundialista.
El balance final se fusiona con un objetivo claro: llegar a 2027 con un plantel competitivo y acostumbrado a jugar bajo presión. El 2025 fue una etapa de construcción, con marcas que entraron en los libros y señales de un equipo que se prepara para un desafío mayor.
Australia está en el horizonte. El recorrido ya empezó.







