Captura de la trayectoia de 3I/ATLAS. NASA/Southwest Research Institute/National Geographic.
Fueron alrededor de siete semanas de silencio. No había datos de imagen ni de los múltiples espectrógrafos, cámaras ni generadores de los que la NASA cuenta en el perímetro espacial. Ninguno de los múltiples aparatos, sondas y herramientas daba señales del asteroide más comentado e inquietante del último tiempo, el 3I/ATLAS. Hasta que en un acto casi de liberación, la semana pasada comenzó a salir a borbotones todo aquel material reservado.
El 19 de noviembre, a las tres de la tarde en al Costa Este de Estados Unidos, la NASA ofreció desde el Centro Goddard una presentación en directo para mostrar finalmente las imágenes inéditas de 3i/atlas obtenidas a partir de distintas misiones tras siete semanas paralización y largos retrasos marcados por la reestructuración de la agencia por parte del gobierno estadounidense que provocó el recorte de la plantilla y falta de presupuesto para operar además de que los ensayos científicos tardan su tiempo en elaborarse.
Nada extraño del 3I/ATLAS
Finalmente, la NASA reactivó sus actividades sociales y comunicó al mundo las nuevas imágenes captadas del tercer visitante interestelar, vecino de los confines de nuestra galaxia. Aquella rareza no sólo hace que cualquier aparición se vuelva una ocasión irrepetible y necesaria de registrar y estudiar sino que también suscitó múltiples teorías que la NASA se encargó de aplacar.
Durante la retransmisión, una de las investigadoras abordó de forma directa las conjeturas que circularon desde que 3I/ATLAS entró en escena. Explicó que entiende el interés por interpretar estos visitantes como algo excepcional y que respeta todas las especulaciones, pero insistió en que los datos hablan por sí solos: nada extraño.
Las observaciones combinadas del Hubble y del James Webb apuntan a un cuerpo helado de entre 440 metros y 5,6 kilómetros con una coma activa y una dinámica bien explicada por la sublimación del hielo al acercarse al Sol. Incluso su aceleración no gravitacional encaja dentro de los modelos habituales.
La mejor imagen del 3I/ATLAS
La NASA reveló la mejor imagen que se pudo obtener de 3I/ATLAS. Una imagen del cometa captada desde la órbita de Marte con la cámara HiRISE del Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA el 2 de octubre de 2025. Aunque no se aprecia una cola clara en sentido opuesto al sol, afirman estar seguros de que se trata de un cometa de origen natural. "Hicimos un esfuerzo para no solo presentar la información si no para que todo el mundo pueda usarla y analizarla también", han declarado en la retransmisión en directo.
Vista UV_text por parte de MAVEN, de la NASA/National Geographic.
Otras fotografías que esclarecen
La agencia confirmó a través de las imágenes que se trata de un visitante que no se formó en nuestro sistema solar, algo que se aprecia en la intensidad de su coma (la enorme nube de gas y polvo que rodea su núcleo)y en la estructura de su cola, ambas inusualmente brillantes para un objeto que llega desde un entorno estelar desconocido.
Captura de la trayectoia de 3I/ATLAS. NASA/Southwest Research Institute/National Geographic.
Esa luminosidad no es un mero efecto óptico, sino la manifestación de procesos de desgasificación y de composición que no encajan del todo con lo que se observa en los cometas de la Nube de Oort.
NASA/Southwest Research Institute
La trayectoria refinada confirma que el máximo acercamiento a la Tierra tendrá lugar el 19 de diciembre, cuando el cometa pase a unos 274 millones de kilómetros. No supone un riesgo, pero sí marca un momento óptimo para estudiar su actividad antes de que se pierda en la oscuridad.








