
Quedan algunos días para planificar mini vacaciones en noviembre y diciembre.

Noviembre tiene el último fin de semana extra largo del año. Al fin de semana del sábado 22 y domingo 23, se sumarán dos días. En la previa, el viernes 21 como un día no laborable declarado con fines turísticos. Luego, el 24, el feriado del Día de la Soberanía Nacional, trasladado de su fecha original, el 20 de noviembre.
Los siguientes feriados serán en diciembre, uno la primera semana y otro la cuarta. El 8 de diciembre es el feriado por la Inmaculada Concepción de María y formará el último fin de semana largo de tres días. El jueves 25 será feriado por Navidad.
Cuál es la diferencia entre feriado y día no laborable
El feriado original es el 20 de noviembre pero fue declarado trasladable por el Gobierno nacional, lo que implica la posibilidad de moverlo a un día cercano al fin de semana. Para los trabajadores, los feriados son días que deben pagarse como una jornada doble. La legislación establece que son días obligados de descanso pero, en caso de que el empleador solicite, debe abonar el 100% extra.
Los feriados nacionales cuyas fechas coincidan con los días martes y miércoles serán trasladados al día lunes anterior. Los que coincidan con los días jueves y viernes serán trasladados al día lunes siguiente
El día no laborable, en cambio, es un día de descanso solo para algunos sectores como la administración pública. El sector privado, en cambio, tiene la potestad de decidir si concede el descanso o requiere la prestación de servicio del trabajador. Quienes trabajen ese día, a diferencia del feriado, no recibirán un pago doble sino que el salario es el de una jornada laboral habitual.
De este modo, quienes trabajen el viernes 21 no recibirán una compensación extra. En cambio, sí lo harán quienes estén activos el lunes 24 de noviembre y el 8 y 25 de diciembre.
Por qué se celebra el día de la Soberanía Nacional
El 20 de noviembre se conmemora la Batalla de la Vuelta de Obligado, ocurrida en 1845. En aquella jornada, las fuerzas de la Confederación Argentina, bajo el gobierno de Juan Manuel de Rosas y con la dirección del general Lucio Mansilla, resistieron tenazmente la invasión de una poderosa escuadra anglo-francesa. A pesar de la inferioridad numérica y las condiciones adversas, la defensa estratégica en las costas del río Paraná se prolongó por siete intensas horas, evitando el control extranjero de la vía fluvial y consolidando un hito en la defensa de la autonomía nacional.








