Un sencillo hábito matutino que puede cambiar tu día y ayudarte a bajar de peso

Una práctica de origen oriental combina relajación y salud mental con fuerza, equilibrio y bienestar físico.

Un sencillo hábito matutino que puede cambiar tu día y ayudarte a bajar de peso
18 Octubre 2025

Empezar la mañana con una buena rutina y buenos hábitos influye de forma fundamental en el rendimiento del resto del día. Una mañana ordenada, con una alimentación equilibrada y un pensamiento positivo mejoran la concentración y el estado de ánimo y, por ende, la productividad.

Hay un hábito en particular que puede ayudarte a despejar la mente, acelerar el metabolismo y así bajar de peso con mayor facilidad. Hacer este tipo de ejercicio antes del desayuno mejora la sensibilidad a la insulina. El cuerpo maneja mejor los niveles de glucosa y la convierte en energía en lugar de almacenarla como grasa.

Los picos de azúcar se reducen considerablemente y logran mayor estabilidad a lo largo del día. El rendimiento físico mejora, la salud mental resulta beneficiada y todo resulta en una facilidad para bajar de peso.

Yoga matutino para mejorar el metabolismo

El yoga es una de las mejores opciones para empezar el día. Sus posturas ayudan a trabajar la estabilidad mental porque usa técnicas de enfoque, relajación y meditación. También trabaja la fuerza y la flexibilidad. Una rutina breve puede darte energías sin agotarse y distenderte para empezar el día.

Esta rutina debería incluir cinco posturas: la postura del niño, combinación gato y vaca, el perro boca abajo, el saludo al sol y la postura de la montaña.

Postura del niño. Empezá por arrodillarte y sentarte sobre los talones con el torso inclinado hacia adelante y los brazos extendidos al frente o a los lados del cuerpo. La frente debe descansar en el suelo y la espalda debe estar curva. Mantené la postura durante 30 segundos y respirá profundo por la nariz.

Postura del gato y la vaca. Arrodillate a cuatro pies con las rodillas debajo de las caderas y las manos en el suelo a la altura de los hombros. Inhala mientras curvas la espalda hacia afuera abriendo los omóplatos y exhala mientras curvas la espalda hacia abajo comprimiendo la columna.

Perro boca abajo. Apoyate en cuatro pies, pero sin usar las rodillas. Deben tocar el suelo las palmas de las manos y todos los dedos y los pies. Los talones deben tocar el suelo y las piernas deben estar estiradas. Mantenete en la posición durante 30 segundos respirando profundamente por la nariz.

Saludo al sol. Empezá con los pies juntos. Estirá los brazos hacia arriba y luego bajá el torso con los brazos extendidos. Tocá el suelo estirando la columna. Desde allí, hacé una plancha apoyando las palmas y llevando las piernas hacia atrás. Los glúteos no deben bajar y la cadera no debe curvarse. La espalda debe estar completamente recta. Luego baja la cadera inclinándote hacia abajo y abriendo el pecho sin sacar las manos del suelo y ubicate nuevamente en la postura del perro boca abajo.

Postura de la montaña. Parate con los pies juntos y las plantas bien apoyadas en el suelo. Los brazos deben permanecer relajados a los lados del cuerpo y la espalda recta. Mantené la postura durante un minuto respirando de manera consciente. Es una forma de decirle al cuerpo que debe relajarse y calmar la mente.

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