Los datos del avance narco que generan preocupación

En sus últimas apariciones públicas, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se mostró satisfecha por el incremento del decomiso de drogas en el país que se registró durante el primer semestre de este año. Ponderó también los números que consiguieron en el NOA, principal puerta de entrada de la cocaína al país. Técnicamente los números le dan la razón. Pero no tanto. Hasta el 31 de agosto, se decomisaron 75 kilos más de droga que en idéntico período del año pasado, según los informes dados a conocer por las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales. Pero detrás de esos guarismos hay otros datos del avance narco que generan preocupación entre las autoridades.

En la comparación interanual, la cantidad de operativos se incrementó en un 40%. Pero cantidad no es sinónimo de calidad. Bajaron en un 5% los índices de decomisos de cocaína. Sí fue sorprendente, pero no grato, el aumento de más del 100% de la incautación de marihuana.

Medidas

En la gestión de Bullrich, la Nación lanzó tres planes para tratar de frenar el ingreso de drogas al país por la frontera norte. En 2024, presentó un nuevo sistema de radarización para detectar los vuelos narcos. Pero hasta el momento, la tecnología no detuvo ni una carga aérea de drogas. Sí se descubrieron más de media docena de envíos, pero porque las naves se cayeron o debieron aterrizar de emergencia por haberse quedado sin combustible después de haber lanzado o descargado el estupefaciente. Ahora se conoce que el programa solo tiene alcance desde parte de Santiago del Estero hacia el sur del país únicamente.

La Nación, mediante el Operativo Güemes, intentó blindar la frontera de Salta con Bolivia. Envió a efectivos de Prefectura Naval y reforzó la presencia de personal de Gendarmería Nacional y Policía Federal. Después, con el Operativo Roca, supuestamente incorporaría a las tropas del Ejército a las tareas de rastrillaje en la zona caliente, pero por el momento no se vio ni a un militar recorriendo las sendas del lugar.

Con semejante movimiento de uniformados, en Salta se secuestraron, hasta el domingo, unos 3.500 kilos de estupefacientes, unos 350 kilos más que en 2024. Pero también generó efectos colaterales. Los narcos buscaron otros caminos y sistemas para transportar la sustancia. En Tucumán, se incrementó 10 veces el secuestro de cocaína y seis veces el de marihuana con respecto al año pasado en los primeros ocho meses de este año. Catamarca, que hasta el 31 de agosto de 2024 no se habían registrado decomiso de “merca”, en idéntico período de este año, llegaron a 412 kilos.

Ambas provincias son puntos clave en la conocida “Ruta de los valles”. El 90% de la droga incautada en tierra catamarqueña y un 50% de la decomisada en la tucumana circuló por esa vía. Santiago del Estero es un territorio estratégico en el trayecto de la cocaína que se transporta a la zona de puerto para ser despachada a otros países. En esa provincia el decomiso creció un 50%.

Las rutas nacionales 40 y 34, que son las columnas vertebrales de esos recorridos narcos, sólo tienen dos puestos de controles fijos de la Policía de Tucumán. Las fuerzas nacionales, que tienen responsabilidad en su vigilancia, sólo hacen controles ocasionales.

Preguntas

El balance está cargado de interrogantes. ¿Si esa es la droga que se secuestró en el NOA, cuánta es la que pasa? Es la eterna pregunta que no tiene una respuesta concreta. Se estima que es apenas un 30% de la que sigue su camino.

¿Por qué si hubo un incremento de procedimientos, no aumentó la cantidad de kilos decomisados? Los investigadores sospechan que está directamente relacionado al cambio de rutas y de sistemas de transporte originados por la presión que ejercen las autoridades sobre Orán, que durante los dos últimos años fue una especie de centro de acopio de drogas. Sospechan que a través de vuelos narcos podrían estar enviando la cocaína a otras localidades alejadas del límite con Bolivia.

¿Eso es bueno o malo para Tucumán? “Pésimo”, respondió una fuente del área de Seguridad. Un funcionario judicial dijo que quizás esa sea la razón por la que Gendarmería Nacional decidió poner el mismo estatus a nuestra provincia con Salta y Jujuy, que son jurisdicciones fronterizas.

¿Qué significa que se haya incrementado 10 veces más el secuestro de cocaína en la provincia? “Creo que se pueden hacer dos lecturas. La primera, que el fortalecimiento de los controles en los límites fronterizos fue un acierto de la gestión del gobernador, Osvaldo Jaldo. La otra, que en el norte, cada vez es más permeable la zona de frontera”, respondió Jorge Dib, secretario de Lucha contra el Narcotráfico. “Indudablemente que hay falencias en los controles. Esto es un problema, porque cuanto más se aleja del lugar de ingreso, más difícil es detectar las cargas porque tienen muchos más caminos para transitar sin ser descubiertos”, agregó Eugenio Agüero Gamboa, ministro de Seguridad.

¿Se fortalecerá el Operativo Lapacho? “Desde su lanzamiento, en 2022, se lo fortaleció dos veces. No podemos seguir haciéndolo porque eso significa desproteger otros puntos estratégicos”, admitió Agüero Gamboa. ¿Está pensado realizar gestiones ante la Nación para analizar el problema? “Siempre estamos en contacto, pero desde nuestro punto de vista, también deberían involucrarse las otras provincias. Hicimos una invitación formal con un acto incluido para que Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Catamarca tuvieran su Lapacho, pero hasta aquí no vimos que lo hayan hecho”, contestó el ministro de Seguridad.

¿Qué reflexión puede hacer de que en Tucumán se está secuestrando más cocaína que en Jujuy? “Sin dudas que es preocupante. Es un dato que nos obliga a redoblar los esfuerzos en la tarea de control. También hay que analizar qué está ocurriendo en el norte. Quizás, por incrementar la presencia de gendarmes en Salta, se está descuidando la frontera jujeña con Bolivia”, sostuvo Dib.

¿Qué haría falta para que esta situación se revierta? “Desde mi punto de vista, tecnología. Por ejemplo, los efectivos del Operativo Lapacho, con un esfuerzo enorme, están descubriendo el envío de estupefacientes por encomiendas. Si la Nación dispusiera que en las empresas controlaran el despacho de encomiendas o si en las rutas se pudieran controlar con escáneres los camiones, no estaríamos hablando de este tema. Por lo pronto, tendremos más perros para colaborar con la tarea”, respondió el comisario Fabio Ferreyra, que está al frente del programa de vigilancia.

Tendencia

El incremento del secuestro de marihuana tiene una sola explicación: en el NOA se está produciendo flores de cannabis a gran escala. El problema radica que todavía las investigaciones no determinaron dónde ni quiénes. En un primer momento, los pesquisas sospechaban que las organizaciones narcocriminales trasladaban el estupefaciente desde Paraguay (principal productor de la sustancia en el continente) a Bolivia para cambiarla por cocaína y los narcos de ese país la comercializaban a los argentinos.

Después, comenzaron a analizar la posibilidad de que los cárteles mexicanos instalados en tierras bolivianas comenzaron a alentar su cultivo. Por último, surgieron indicios de que ya estaría produciendo en la región. Los organismos de Estados Unidos que luchan contra las drogas vienen advirtiendo de esta tendencia desde hace bastante tiempo.

En Tucumán hubo un caso testigo. En marzo, personal de Gendarmería descubrió una plantación de 500 ejemplares de marihuana en El Puestito, localidad ubicada a unos 80 kilómetros de San Miguel de Tucumán, muy cerca de los límites de Salta y Santiago del Estero. Los especialistas sostienen que de esos campos podrían haberse obtenido 1.000 kilos de flor de cannabis. En las calles, esa cantidad tiene un valor de $9.000 millones. Hasta el momento no se sabe quién es el responsable del cultivo.

El incremento del tráfico está íntimamente ligado al crecimiento de la demanda en el mercado negro. Especialistas sostienen que el Estado mismo podría haber generado este fenómeno. Durante la presidencia de Alberto Fernández, miles de argentinos se inscribieron en el Registro del Programa de Cannabis para poder producir, trasladar y consumir libremente cierta cantidad de flores con fines medicinales o recreativos. Sin embargo, con la gestión de Javier Milei, su acceso o la renovación de los permisos se retrasaron, por lo que los consumidores compran las dosis de manera ilegal.

“En los últimos tiempos, creció el hallazgo de plantas de productores que tenían el registro vencido. No nos queda otra que actuar, secuestrar los ejemplares e informar a las autoridades judiciales para que ellos definan el futuro del vegetal y la situación procesal de los dueños”, aseguró el comisario Jorge Nacusse, jefe de la Dirección General de Drogas Peligrosas.

Procedimientos: Tucumán, protagonista de importantes operativos antidrogas de la región

Los primeros días de septiembre arrojaron importantes novedades en la lucha contra el narcotráfico. En Tucumán, después de dos meses de investigación, Gendarmería Nacional logró aprehender a dos hombres acusados de traficar marihuana desde Salta. También se detectó un envío de 510 kilos de cocaína a España desde el NOA y se detuvo a un camión que transportaba más de 450 kilos de ese estupefaciente utilizando un sistema de postas en diferentes provincias de la región.

Hace poco menos de dos meses, los gendarmes detuvieron en el puesto de El Naranjo (Salta) a un vehículo que transportaba 16 kilos de cannabis. A raíz de ese hallazgo, se inició una investigación. Los pesquisas descubrieron que estaban detrás de una organización que semanalmente trasladaba esa sustancia hacia la provincia. Hicieron las averiguaciones correspondientes y, al contar con las evidencias necesarias, solicitaron autorización de la justicia federal salteña para realizar los allanamientos. Las medidas se concretaron y los dos sospechosos fueron detenidos y trasladados a la vecina provincia para que sean procesado.

Por otra parte, Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación, destacó el trabajo realizado para descubrir el envío de 510 kilos de cocaína habría tenido su punto de partida en Colombia, se enfrió en Perú, siguió viaje por Bolivia e ingresó al país por Orán y terminó en el puerto de Dock Sud, Buenos Aires. La droga había sido escondida dentro de un torno industrial usado que tenía como destino final España.

En el puesto Senda Hachada (Salta) detuvieron un camión que transportaba 417 kilos de cocaína ocultos en las cubiertas de un camión. Según los investigadores, la “merca” se dirigía a Santiago del Estero para luego ser llevada a otro lugar desconocido. Los “dueños” de la carga integrarían la misma banda que en mayo fue descubierta en Aguaray cuanto estaba por transportar 425 kilos de esa sustancia.