Martín Etchevers
Presidente de Adepa
Cada vez que se hostiga a un medio o un periodista, cada vez que se lo discrimina en cualquier sentido desde el poder, no sólo se agravia el afectado sino que se deterioran las bases para el ejercicio de toda la profesión, se desincentiva la tarea periodística. Y como dijimos en nuestra campaña institucional este año: “Hacer periodismo profesional tiene consecuencias. No hacerlo, tiene muchas más”.
Esas consecuencias del “no periodismo” son tan obvias como peligrosas: sin periodismo habría menos auditoría sobre la cosa pública, sin periodismo no se producirían hallazgos de alto valor institucional y social, sin periodismo muchas situaciones de fragilidad y patología social quedarían en la oscuridad, sin periodismo la corrupción, el narcotráfico, la vulnerabilidad adolescente o tantas otras problemáticas no llegarían a la agenda pública, no se abordarían oportunamente o se agravarían riesgosamente.
Debatimos sobre nuestra sustentabilidad, la de los medios de diferentes escalas en todo el país. La concentración publicitaria en las grandes plataformas, el uso no remunerado de nuestra propiedad intelectual, la intermediación opaca de intermediarios tecnológicos configuran un escenario adverso que golpea sobre todo a medios locales y regionales. Y cuando un medio cierra, lo que desaparece no es solo una empresa: se apaga una portavoz de la comunidad, un vocero de sus intereses y necesidades, una institución representativa de su sociedad civil.
Modelos alternativos de ingresos
Desde Adepa y desde nuestros medios venimos trabajando en modelos alternativos de ingresos, en capacitación, en innovación de productos, en diversificación de audiencias. Pero no podemos hacerlo solos. Necesitamos también que desde las instituciones políticas se reconozca nuestro rol en el acceso a la información de la ciudadanía y en el debate democrático.
La irrupción de la inteligencia artificial generativa nos enfrenta a una transformación histórica. Nunca antes habíamos visto un cambio tecnológico que utilizara de manera tan directa los contenidos creados por periodistas y medios sin autorización ni compensación alguna. El riesgo es evidente: que motores globales de inteligencia artificial generativa se consoliden como intermediarios que retienen audiencias y recursos, alimentándose de contenidos periodísticos sin reconocer ni remunerar a quienes los producen.
Lo hemos dicho con claridad: si se alimentan de nuestros contenidos, deben respetar nuestros derechos. De lo contrario, la innovación puede convertirse en expoliación. Por eso desde Adepa impulsamos debates internacionales, elaboramos guías de uso responsable de la IA en las redacciones, realizamos estudios sobre el impacto en los medios argentinos y participamos activamente en foros regulatorios. Lo hacemos no para frenar la innovación, sino para que sea un factor que fortalezca la democracia, y no una amenaza a la veracidad ni a la sustentabilidad. La IA debe ser un aliado del periodismo, no un mal sustituto que lo debilite favoreciendo la desinformación.
El futuro del periodismo no depende solo de denunciar los problemas, sino también de multiplicar nuevas generaciones de editores y de acompañar a los medios en su proceso de adaptación. Esa es la vía: sostener estándares éticos, innovar, profesionalizarse y abrir espacios de cooperación.
Adepa nació hace más de seis décadas con la convicción de que sin periodismo profesional no hay democracia plena. Esa convicción sigue intacta y hoy adquiere un valor renovado. Sabemos que los desafíos son enormes: la polarización, la desinformación, la violencia verbal y digital, las presiones económicas, la concentración en manos de plataformas globales. Pero también sabemos que tenemos fortalezas: nuestros periodistas, nuestra diversidad, nuestra tradición de servir a las comunidades a las que pertenecemos, nuestra capacidad de innovar y de adaptarnos. Y sabemos, finalmente, que el periodismo se vuelve más necesario cuanto más amenazados o relativizados están los hechos y los argumentos.
Mientras haya medios que trabajen por acercarse profesionalmente a la verdad, todos tendremos más libertad en nuestro rol de ciudadanos. Porque la verdadera libertad exige información. Y mientras haya alguien que quiera conocer y comprender los hechos, el periodismo seguirá siendo indispensable. Y no tengan dudas de que Adepa seguirá siendo su voz colectiva.








