Ricardo Arriazu
El reconocido economista Ricardo Arriazu, una voz influyente tanto en el "círculo rojo" como para el presidente Javier Milei, aconsejó aprovechar la actual política de bandas cambiarias, a pesar de sus críticas a esa medida. En un encuentro con agentes de Bolsa, Arriazu afirmó que el Gobierno tiene la capacidad y el compromiso para mantener el dólar dentro de la banda establecida.
Además, el especialista recomendó enfáticamente el "carry trade", una estrategia que implica endeudarse en una moneda con baja tasa de interés (en este caso, el dólar) para invertir en una con alta tasa (el peso argentino).
"El Gobierno está comprometido a que el dólar no supere el techo de la banda y tiene de sobra para evitarlo. Todo el mundo tendría que estar haciendo carry trade", sentenció Arriazu, al minimizar los temores del mercado.
El economista argumentó que el Banco Central cuenta con U$S 25.000 millones en reservas líquidas (aunque no propias) y que los vencimientos de deuda hasta fin de año ascienden a tan solo U$S 1.800 millones. Esto, según Arriazu, le otorga un considerable "poder de fuego" para defender el techo de la banda cambiaria, actualmente cercano a los $1.460.
La incertidumbre política y la persistente desconfianza
La lógica detrás de esta recomendación radica en que las altas tasas de interés en pesos superarán la eventual devaluación, lo que hará atractiva la inversión en la moneda local. "En este momento debería estar haciendo carry trade todo el mundo, pero no lo están haciendo porque falta confianza", señaló Arriazu, al atribuir la duda a la incertidumbre política y la persistente desconfianza en la economía argentina. "Este techo está aprobado por el FMI y tienen los dólares para defenderlo. ¿Por qué la gente duda? Por la política", dijo.
En un escenario de tasas que superan el 64% anual para plazos fijos de grandes inversores (Tamar) y un 75,6% anual para la Lecap a corto plazo, la rentabilidad potencial del "carry trade" es considerable.
Sin embargo, durante el panel organizado por la Cámara de Agentes de Bolsa, en el que también participó el politólogo Sergio Berensztein, Arriazu también fue crítico con varias decisiones del equipo económico tras la liberación del cepo cambiario. Reafirmó su desacuerdo con el esquema de bandas cambiarias definido con el FMI, con el argumento de que "en Argentina el dólar no puede flotar porque es unidad de cuenta" y que el sistema actual "nos costó más inflación que la que hubiéramos tenido en otro escenario". Añadió que la economía alcanzó un pico en febrero y desde entonces ha comenzado a declinar.
Hacia el futuro, Arriazu se mostró relativamente optimista para 2026, al anticipar una mejora en la cosecha que podría sumar U$S 6.000 millones a las arcas del país, lo que aliviará la presión cambiaria. También confía en una baja del riesgo país que permita a Argentina acceder nuevamente a los mercados internacionales.
A pesar de estas señales positivas, Arriazu advirtió que "el problema central sigue siendo que los inversores se mantienen escépticos con que el país haga un verdadero cambio". Enfatizó que el "riesgo Argentina" persiste, alimentado por decisiones legislativas que, a su juicio, "lo único que buscan es empujar a un nuevo default".







