CONFIANZA. El oficialismo cuenta con 49 votos a favor de los vetos y se entusiasma en alcanzar el tercio con el apoyo de Innovación Federal.
Aunque los tiempos se acortan, el presidente Javier Milei se prepara para firmar el lunes los vetos al aumento de las jubilaciones, la restitución de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad. Mientras tanto, su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el presidente del bloque oficialista Gabriel Bornoroni se encargan de conseguir las voluntades necesarias para blindar la decisión presidencial.
En este escenario, el oficialismo se muestra optimista. Por su parte, la oposición tiene que llegar a los dos tercios de los votos para revertir los vetos de Milei, pero de acuerdo a un reciente poroteo del recinto, los libertarios están más cerca de alcanzar el tercio para bloquear la insistencia. El rol del PRO y de algunos gobernadores puede resultar crucial para definir la situación.
En relación al accionar del partido presidido por Mauricio Macri, la abstención de nueve integrantes de la bancada cuando se aprobó en Diputados el aumento jubilatorio preocupaba a los libertarios. El PRO había tenido un rol protagónico el año pasado cuando Milei vetó el primer intento de aumentar las jubilaciones y una fractura del bloque que conduce Cristian Ritondo podría complicar los planes del oficialismo. Sin embargo, la gran mayoría del PRO se encamina a jugar con el oficialismo y esto marcaría una sintonía con la estrategia electoral de participar juntos en la contienda de la provincia de Buenos Aires.
De esta manera, en la bancada libertaria aseguran que cuentan a 33 de los 35 miembros del PRO, pero evitan dar nombres.
En esta línea, el titular de la Cámara baja dio un golpe de efecto al anunciar que el bloque Liga del Interior, cuyos integrantes fueron bautizados “radicales con peluca”, conformarán un interbloque con La Libertad Avanza. De esta forma, los radicales disidentes Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat, Federico Tournier, Francisco Monti y Pablo Cervi se suman a las 39 voluntades de la bancada oficial y a la aliada del Partido CREO Paula Omodeo. Con la suma de los tres representantes del MID, con Oscar Zago a la cabeza, son 49 votos a favor de los vetos.
En materia de futuras y eventuales alianzas, los libertarios confían también en alcanzar el tercio con al menos cuatro voluntades de Innovación Federal.
Resistencia en el Senado
Un pedido de sesión realizado dos veces por un sector que hasta hace poco era fiel aliado de la Casa Rosada incluye un combo de proyectos relacionado con la salud. Pese al receso invernal del Congreso, la respuesta del Ejecutivo no tardó en llegar y la orden es resistir para evitar que ninguno de ellos llegue al recinto.
Una de las iniciativas más conocidas en dicho lote es la denominada “ley Nicolás”, que había sido aprobada por Diputados -a fines de 2023- e incluso dictaminada en octubre pasado por las comisiones de Salud; y de Legislación del Senado. La primera es comandada por la ex gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci.
El Ejecutivo observó también la modificación de la ley de trasplante de órganos, tejidos y células, respecto a la autorización para la obtención de los órganos en menores de 18 años; la institución de la “historia clínica ambiental”; ley de “Parto Humanizado”; y cambios en la ley de “Régimen para la detección y posterior tratamiento de determinadas patologías en el recién nacido respecto de incorporar la atrofia muscular espinal”.
A pesar de esto, el Senado mira de reojo los próximos pasos de Diputados: allí se aguarda la votación del texto que blinda el presupuesto universitario y del que amortigua la preocupante situación del hospital Garrahan.
Mientras tanto, legisladores de diversas bancadas ya empiezan a estar más preocupados por el cierre de listas para las elecciones nacionales de medio término y el oficialismo da por descontado nuevas jugadas opositoras.
Bajo la lupa
La conformación de un frente electoral por parte de un grupo de gobernadores, en un espacio desligado del kirchnerismo y del gobierno nacional, encendió algunas alarmas en Casa Rosada.
Más allá de que entre estos mandatarios provinciales - Martín Llaryora (Córdoba), Claudio Vidal (Santa Cruz), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy) e Ignacio Torres (Chubut)- la matriz común parece ser la oposición a las políticas de ajuste de la administración libertaria; todos hacen la salvedad de que buscan “contribuir a la gobernabilidad de la Argentina”.
Sin embargo, ya hubo algunos intercambios entre los principales responsables de la comunicación libertaria. Eso se tradujo en la publicación que hizo el vocero presidencial, Manuel Adorni. “Hay un sector que sigue sin comprender el verdadero poder del superávit fiscal”, posteó en X.
Los responsables de LLA de distintos distritos comparten la lectura de que hay una actitud defensiva de parte de estos gobernadores con vistas al 2027. Tanto Pullaro, Llaryora, Torres, Sadir y Vidal configuran un polo de gobernadores que -en mayor o en menor medida- han dado muestras de colaboración con la Casa Rosada, pero que progresivamente comenzaron a marcar diferencias con el Gobierno.
Pedido de gobernadores: más gestos y condicionamientos
Los gobernadores patagónicos condicionan su respaldo al veto que firmará el presidente Javier Milei a las señales que lleguen desde Casa Rosada en respuesta a las demandas de los gobernadores, entre las que se encuentran el desembolso de fondos de ATN y la distribución del impuesto a los combustibles. Así, mientras que el Gobierno negocia para blindar los vetos, en el Sur especulan con el almanaque en la mano. Desde el entorno del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, reprochan que aunque los canales están abiertos, hasta ahora, no hay ofertas. En este sentido, remarcan que ante la ausencia de propuestas no es posible anticipar qué postura tomarán los parlamentarios del sur, en relación a los vetos que pueda enviar el Poder Ejecutivo. Esta postura es compartida por las provincias patagónicas, aunque cada mandatario suma sus propias exigencias.









