Grave accidente en moto: un padre de familia que se reparte en tres hospitales

VIDEO. Una cámara privada registró el momento en que la mujer embarazada pierde el control de la moto. VIDEO. Una cámara privada registró el momento en que la mujer embarazada pierde el control de la moto.

Carlos S. H. recorre tres hospitales por día desde el sábado, día en que su familia protagonizó un grave accidente en moto. Sus hijas G., de 8 años, y G.,, de 4, permanecen internadas en el Hospital de Niños. La mayor fue operada de la cabeza pero ambas ya estan en sala común. Su esposa, Florencia G. V., de 30 años, lucha por su vida en el Hospital Padilla, con un traumatismo de cráneo severo. G. M. -que primero se llamó Solana, como la bautizaron médicos y enfermeros mientras se confirmaba la identidad del padre-, nació por cesárea de urgencia y permanece internada en terapia intensiva neonatal de la Maternidad.

“Yo me quedo cerca del hospital para poder verlas”, contó Carlos a LA GACETA, con la voz desgastada. G., el hijo de 5 años, ya recibió el alta y quedó al cuidado de su abuela. La familia vive en el barrio General Olleros, a unas siete cuadras del lugar del accidente, al sur de la capital. Ese sábado, como otras veces, Florencia y los chicos iban a esperarlo en la cancha de Lavaisse y Carlos Pellegrini, donde su suegra vende sándwiches. “Soy vendedor ambulante. Cuando llegué, no los encontré. Me avisó Jorge, un hombre que trabaja en la cancha. Mi esposa estaba de seis meses. Cuando me contaron lo que había pasado, salí corriendo”, relató.

Después del accidente, Carlos dio una entrevista y pidió ayuda para poder movilizarse entre hospitales. Pero la familia finalmente decidió no aceptar colaboraciones económicas. La razón duele: los comentarios que estallaron en redes sociales tras conocerse que ninguno de los ocupantes de la moto llevaba casco. Las críticas llegaron rápido.

El hecho

Florencia viajaba en moto junto a sus tres hijos cuando perdió el control del vehículo y chocó contra un auto estacionado. El siniestro ocurrió el sábado a las 16.45 en Lavaisse al 1.600. La mujer sufrió un traumatismo de cráneo severo. Fue trasladada al Hospital Padilla, donde también fue sometida a una cesárea de urgencia. Los tres niños, de ocho, cinco y cuatro años, sufrieron lesiones menores. Ninguno llevaba casco.

“Yo no la juzgo”

Los vecinos no olvidan lo que vieron. Dolores Bertoncini fue la primera en salir a asistir. “Mi pieza da a la calle. Escuchamos un estallido y niños llorando. Nos asomamos y vimos a la mujer tirada, con dos nenitos conscientes. Bajamos corriendo. Mi hija, que es enfermera, llamó al 107. Florencia convulsionaba. Debajo suyo había una nena de unos cuatro años. Cuando reaccionó, pedía por favor que no la aplastara”, contó. Fue la Policía quien logró sacarla. Dolores lo dice sin dudar: “Yo no la juzgo. Quizá no tienen mucho. Muchos hablan de imprudencia, pero nadie sabe la realidad que vive cada familia. Desde afuera es fácil opinar”.

Su hijo, Eduardo Córdoba, aportó otra mirada. “Las cámaras de mi almacén muestran que parecería que ella se desploma antes de impactar. No es que dobla mal ni que la encierran. Algo le pasa justo antes de chocar. Nunca vi algo tan grave en esta esquina”.

La historia de “Solana”

Florencia llegó al Hospital Padilla con signos de inestabilidad hemodinámica y bradicardia. Su vida y la de la bebé estaban en riesgo. Era preciso realizar una cesárea de urgencia. El doctor Alberto Agote, director de la Maternidad “Nuestra Señora de las Mercedes”, relató cómo se articuló el operativo: “Desde la Maternidad trasladamos un equipo de obstetras y neonatólogos, junto con la ambulancia del 107. La cesárea se hizo en el Padilla. La bebé fue asistida en la unidad móvil y luego trasladado a la Maternidad”.

La neonatóloga y subdirectora del Instituto, Gloria Ferreira, explicó que la beba fue bautizada como “Solana” por el personal de salud hasta que se identificó al padre. “Ingresó en estado delicado. Hoy está en terapia intensiva neonatal, sin respirador, con oxígeno y fórmula. Recibe nutrición parenteral porque aún no tenemos leche materna. Le faltan meses de gestación. Lo que le queda por crecer en la panza, lo hará en la incubadora”, detalló.

Ferreira destacó también la velocidad de respuesta: “El accidente fue a las 16.45 y a las 19.20 ya había nacido. Todo se resolvió muy rápido”.

Mientras la familia pelea por salir adelante, los vecinos insisten en que el accidente expuso una vieja preocupación. “Fue una escena horrible. Quedé en shock. Por suerte están vivos”, dijo Dolores. Pero también hay enojo. “Más allá de este hecho puntual, esta esquina es una trampa: los autos pasan a toda velocidad. Tienen que arreglar las calles”, denunció Alberto, dueño de una verdulería. Mariano, otro vecino, fue categórico: “Esto fue una tragedia que se ve seguido. Hay una seguidilla de siniestros, pero nadie escucha”. Rebeca Turrillo, que vive en la esquina de Lavaisse y Libertad desde hace 37 años, también fue testigo del impacto: “Fue muy fuerte. Cuando salí a la vereda vimos cómo volaban las cosas. Esto podía haber sido peor. Hace años venimos pidiendo que tapen los pozos. Nadie escucha”.

El dato que duele

Todos los ocupantes de la moto -Florencia y sus tres hijos- viajaban sin casco. “Hubo dos cirugías neurológicas, la de la madre y la de una de las hijas. Hay que ser conscientes de que un mínimo descuido puede terminar en una consecuencia de semejante envergadura”, remarcaron en la Maternidad.

Claudio Artaza Saade, especialista en Seguridad Vial y presidente de la Fundación Alerta en el Camino, explicó el marco legal y las recomendaciones vigentes. Detalló que la Ley Nacional de Tránsito (24.449) y su decreto reglamentario 779/95 no fija una edad mínima para acompañantes en motos. Sin embargo, la Agencia Nacional de Seguridad Vial recomienda no transportar a menores de 12 años. Si viajan, deben usar un casco de su tamaño, ir sentados detrás del conductor y apoyar los pies correctamente en los posapiés. “En Tucumán, hasta donde sé, no hay ordenanzas provinciales ni municipales que fijen una edad mínima. Por lo tanto, rige solamente la ley nacional. Eso implica que no hay un límite etario claro, pero sí requisitos básicos: el uso de casco, la ubicación detrás del conductor y condiciones de seguridad”, concluyó.

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