Día Mundial contra la Hepatitis: cuáles son los primeros síntomas de la enfermedad que puede ser mortal

Existen cinco tipos de hepatitis virales y una de tipo autoinmune.

Día Mundial contra la Hepatitis: cuáles son los primeros síntomas de la enfermedad que puede ser mortal
28 Julio 2025

El 28 de julio fue declarado Día Mundial contra la Hepatitis por la Organización Mundial de la Salud en 2010. En la 63° Asamblea Mundial de la Salud se reconoció la enfermedad como un problema de salud pública. En relación a ello, se solicitó una respuesta integral en la lucha contra la hepatitis a nivel global.

“Las hepatitis virales representan una elevada carga de enfermedad y mortalidad a nivel mundial”, destaca la Organización Panamericana de la Salud. Además, se calcula que “el 57% de los casos de cirrosis hepática y el 78% de los casos de cáncer primario de hígado” se originan en virus de la hepatitis B o C.

Cuáles son los síntomas de la hepatitis

La hepatitis es una enfermedad en la que se produce la inflamación del hígado y existen cinco tipos; A, B, C, D y E y todas pueden ser mortales, aunque las personas que contraen el virus de la hepatitis A y E suelen recuperarse. En todos los casos, los virus pueden producir enfermedades graves y desencadenar cáncer de hígado y hasta la muerte. Si el paciente recibe un diagnóstico temprano, puede tratarse con medicamento.

En sus primeras etapas, se denomina hepatitis aguda y suele no presentar síntomas. En los casos en que produce síntomas, aparecen malestar general, cansancio o náuseas. También ictericia, orina de color oscuro o deposiciones blancas o amarillentas.

Cuando la hepatitis avanza y dura seis meses o más, se denomina crónica. Se caracteriza por producir pocos síntomas y suele ser diagnosticada de forma casual cuando el paciente se realiza análisis por otros motivos. Cuando aparecen síntomas, son cansancio, molestias en el lado derecho del abdomen o trastornos leves de la digestión.

Cómo prevenir hepatitis

Según la Clínica Universidad de Navarra, la buena higiene de los alimentos y el tratamiento adecuado del agua son indispensables para prevenir el contagio de las hepatitis A y E. Las variantes B y C se transmiten por la sangre y por relaciones sexuales por lo que se debe evitar compartir elementos que contengan sangre contaminada o usar métodos anticonceptivos durante las relaciones.

Existe una vacuna contra la hepatitis A que previene la infección. Generalmente se aplica en dos inyecciones y hay una de tres dosis que previene también la hepatitis B. También hay otros hábitos, como no consumir demasiado alcohol, que ayudan a la prevención.

Estas recomendaciones aplican a todas las hepatitis virales. Sin embargo, existen también las hepatitis autoinmunes cuyo origen se desconoce que no son prevenibles.

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