POLÍTICAS MACROECONÓMICAS. El organismo que dirige Kristalina Georgieva ponderó las medidas adoptadas por la gestión de Javier Milei.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y las autoridades argentinas alcanzaron un acuerdo a nivel de staff técnico sobre la primera revisión del programa de Facilidades Extendidas, un paso clave que, una vez aprobado por el Directorio del organismo, habilitará un desembolso de aproximadamente 2.000 millones de dólares para el país.
“El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas alcanzaron un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la primera revisión del programa de reforma económica de Argentina, respaldado por el Servicio Ampliado del FMI (SAF) de 48 meses. Sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, Argentina tendría acceso a aproximadamente U$S 2.000 millones (1.529 millones de DEG)”, informó el organismo. En un comunicado, las autoridades del Fondo remarcaron: “El programa ha tenido un inicio sólido, respaldado por la continua implementación de políticas macroeconómicas restrictivas, que incluyen un sólido ancla fiscal y una postura monetaria restrictiva”. En ese sentido, destacaron que la transición a un régimen cambiario más flexible y la salida del cepo se desarrollaron sin contratiempos “a pesar de un contexto externo más complejo”.
“El tipo de cambio oficial se mantuvo cerca del punto medio de la banda, la inflación siguió moderándose, la expansión económica continuó y la pobreza ha disminuido aún más. Cabe destacar que Argentina recuperó el acceso a los mercados internacionales de capital antes de lo previsto”, enfatizaron.
De todas formas, el FMI insistió con la necesidad de robustecer las arcas del Banco Central. “Se alcanzaron acuerdos sobre políticas destinadas a salvaguardar el logro del ancla fiscal, reconstituir las reservas, reducir de forma duradera la inflación y seguir mejorando la claridad y el funcionamiento del marco monetario”, comunicó.
El organismo ya había advertido el martes en un informe que el Gobierno necesita más reservas y aplicar reformas para mejorar la competitividad y reforzar el frente externo.
En el acuerdo entre la Argentina y el FMI firmado en abril, se establecieron metas monetarias específicas para el monitoreo trimestral del programa económico. Por ello, recomendó un tipo de cambio más flexible, junto con una “flexibilización gradual de las restricciones cambiarias restantes, las prácticas de múltiples divisas y las medidas de gestión financiera centralizada”.
Ahora, que ya se cerró la instancia técnica, la revisión será enviada al directorio, que deberá dar el visto bueno. El comunicado detalló que la reunión del board está prevista para los últimos días de este mes. Tras la confirmación del FMI, el presidente Javier Milei compartió el comunicado a través de sus redes sociales y escribió: “No apto para mandriles”. Más temprano, el Poder Ejecutivo había salido a señalar que no había trabas por parte del organismo internacional para avanzar en la aprobación de la primera revisión del Programa de Facilidades Extendidas. “No hay ningún problema con la acumulación de reservas. Ahora tiene que hablar el FMI”, señaló el vocero Manuel Adorni. El portavoz aseguró que “en esquema de flotación libre no tiene que haber problema con la acumulación de reservas”.
Posteriormente, fue el ministro de Economía, Luis Caputo, el que salió a decir que no había ningún tipo de inconvenientes con el FMI. El titular del Palacio de Hacienda, en su visita a la Sociedad Rural Argentina, negó algún tipo de “advertencia” por parte del organismo en torno al bajo nivel de reservas en las arcas del Banco Central. “Estamos terminando las negociaciones, están saliendo excelentes para el país y, como digo, la relación es diez puntos”, agregó, desde Palermo, antes que el Fondo difundiera su diagnóstico desde Washington.
Para avanzar en la estabilización, el FMI consideró crucial “una flexibilización cuidadosa de las restricciones cambiarias, acompañada por políticas macroeconómicas estrictas y mayor flexibilidad cambiaria”, con el fin de acumular reservas, recuperar el acceso al financiamiento internacional y alentar la inversión. Este proceso, además, debería complementarse con políticas macroprudenciales rigurosas “para garantizar la sostenibilidad de los flujos de capital y evitar descalces de moneda o ingresos especulativos disruptivos (hot money)”, comunicó el organismo gerenciado por la economista Kristalina Georgieva.
Días turbulentos
En los últimos días, el mercado se vio alterado por los constantes movimientos de las tasas de interés y el atesoramiento de divisas extranjeras por parte de los ahorristas e inversores, que potenció la incertidumbre sobre el rumbo económico del país. Caputo apeló a la competencia de intereses que ofrecen bancos, fintech y billeteras virtuales con el fin de revertir la tendencia al atesoramiento de divisas. El Gobierno nacional necesita que el mercado se tranquilice y que una baja en las retenciones aliente al sector agrícola a liquidar cosecha y que ingresen divisas genuinas a la balanza comercial.
El impulso que dio al sistema financiero para que salga a captar pesos en lugar de refugiarse en la moneda norteamericana, al no fijar la tasa mínima de referencia, estimuló la competencia, y así las entidades más chicas y las provinciales salieron agresivamente con ofertas de rendimientos mayores a los de los bancos tradicionales. La “guerra por los depósitos en pesos” fue tal que algunos bancos decidieron elevar sus tasas anuales desde un rango de 27% a 29% hasta situarlas entre 30% y 35%, lo que representa un aumento de hasta siete puntos porcentuales en cuestión de días.
Caputo: la necesidad de seguir acumulando reservas
“Se habla mucho de la acumulación de reservas y este es un programa que no ha hecho más que comprar reservas”, afirmó anoche el ministro de Economía, Luis Caputo, en el programa “Las Tres Anclas” del straming Carajo. Destacó que el Gobierno compró U$S 25.000 millones en los primeros 18 meses. “Este es un programa que compra reservas, pero si uno no tiene acceso al mercado para refinanciar el capital, entonces esas reservas se van en pagos de deuda”, dijo. Las reservas internacionales del Banco Central cerraron ayer en U$S 40.430 millones, sin intervención de la entidad en el mercado de cambios.










