¿Dormís poco pero no te sentís mal?: una mutación genética podría explicar esta situación

Los expertos advierten que en algunos casos la calidad sobre la cantidad es más valiosa.

¿Dormís poco pero no te sentís mal?: una mutación genética podría explicar esta situación
23 Julio 2025

A algunas personas la advertencia de los especialistas de dormir les parece excesiva: un descanso de nueve horas suena como una eternidad contra las cuatro o las seis horas que duermen por noche y que les son suficientes para realizar todas sus obligaciones sin problemas el resto del día.

Thomas Edison, el renombrado científico y empresario estadounidense, consideraba que dormir era tan solo una pérdida del tiempo, una "herencia de nuestros días en la cueva". él tan solo dormía cuatro hora spor noche y su invención de la bombilla incandescente de hecho, le permitió dormir menos y trabajar más de noche.

Mutaciones genéticas que lo explican

Y parece que Edison formaba parte del grupo de los "durmientes cortos naturales" que luego estudiaron científicos como  Louis Ptáček y Ying-Hui Fu, un neurólogo y una genetista humana y neurocientífica respectivamente, ambos de la Universidad de California, San Francisco. Ellos encontraron que algunos individuos simplemente estaban genéticamente predispuestos a necesitar pocas horas de sueño sin sufrir los efectos negativos asociados a la privación del sueño en la mayoría de la población.

A diferencia de la creencia común que sugiere la necesidad de siete a nueve horas de sueño para la buena salud, estas personas no muestran problemas de memoria, metabólicos, depresión, demencia o enfermedades cardíacas. Estos estudiosos de la Universidad de California, San Francisco, identificaron a estas personas y están investigando cómo sus cerebros logran una eficiencia superior en el sueño.

Entre los hallazgos más significativos se encuentran la identificación de siete genes asociados con el sueño corto natural. Por ejemplo, se descubrió una mutación en el gen DEC2 en la primera familia identificada con esta condición. Posteriormente, se hallaron mutaciones en genes como ADRB1, activo en una región del tronco encefálico que regula el sueño, y NPSR1, involucrado en el ciclo sueño-vigilia, en parejas de padre e hijo con esta característica. También se encontraron dos mutaciones distintas en el gen GRM1 en familias no relacionadas con ciclos de sueño acortados.  Con el tiempo, el equipo ha identificado siete genes asociados con el sueño corto natural.

Dormir poco no les hace menos eficientes

Sorprendentemente, las personas que son durmientes cortos naturales no solo parecen inmunes a los efectos perjudiciales de la falta de sueño, sino que a menudo se desempeñan extraordinariamente bien. La investigación sugiere que suelen ser ambiciosas, enérgicas y optimistas, con una notable resistencia al estrés y umbrales más altos para el dolor. Incluso, podrían vivir más tiempo.

Estudios recientes también indican que podrían ser más eficientes en la eliminación de agregados cerebrales tóxicos que contribuyen a trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer. Para descubrirlo, Fu y Ptáček cruzaron ratones con genes de sueño corto con ratones predispuestos al Alzheimer y encontraron que los ratones híbridos desarrollaron menos placas amiloides y ovillos de tau (marcadores de demencia), lo que sugiere que las mutaciones del sueño corto podrían protegerlos

Estos descubrimientos sugieren que la calidad del sueño, más que la cantidad, es lo que realmente importa para estas personas, lo que ofrece una nueva perspectiva sobre la naturaleza misma del sueño.

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