Fingieron dar una ayuda social y sacaron créditos a nombre de las víctimas

Les habrían dicho a los damnificados que mediante el beneficio pagarían electrodomésticos.

ACUSACIÓN. Los investigadores no descartan que a futuro puedan sumarse nuevas víctimas a la causa. ACUSACIÓN. Los investigadores no descartan que a futuro puedan sumarse nuevas víctimas a la causa.

Dos mujeres fueron imputadas por haber estafado a cuatro personas. Mediante engaños, les hicieron creer que habían sido seleccionadas para recibir una ayuda social del Gobierno, y las llevaron a una tienda de electrodomésticos para que elijan los artefactos que serían abonados con dicho beneficio. Sin embargo, en realidad las hicieron firmar un crédito personal millonario. Según la acusación del Ministerio Público Fiscal, causaron un perjuicio económico de más de $15 millones. Y podría haber más víctimas, a raíz de nuevas denuncias que recibió la Unidad Fiscal Especializada. Las acusadas estarán dos meses sometidas a medidas de coerción de menor intensidad.

El caso comenzó a ser investigado en marzo por la Fiscalía de Usurpaciones, Estafas y Cibercriminalidad II, que dirige Carlos Saltor, luego de recepcionar al menos cuatro denuncias en las cuales se acusaba a Griselda Cabrera (66 años) y a Lidia Liliana Herrera (44) de haber cometido reiteradas estafas. Los investigadores descubrieron que las mujeres habrían empleado el mismo modus operandi en todas las situaciones, ocurridas entre febrero y marzo de 2025, y que habrían tenido como objetivo engañar a personas mayores.

Según explicó el auxiliar de fiscal, Francisco Galíndez, Cabrera habría sido quien generaba el gancho con las posibles víctimas. A algunas les habría dicho que tenía un contacto que trabajaba en Acción Social y que podía conseguirle electrodomésticos gratis. A otras les habría dicho que fueron ganadoras de un sorteo para recibir ayuda del gobierno con el cual obtendrían un presupuesto para canjearlo por electrodomésticos. Bajo esa excusa les pedía una fotocopia de sus documentos y los citaba en una tienda de electrodomésticos que permitía abonar los productos a través de créditos personales.

En el local, siguiendo la teoría del caso, Herrera los recibía, los presentaba con un vendedor, les pedía que eligieran los electrodomésticos que más tarde llegarían a sus domicilios y los hacía firmar documentos bajo el argumento de que eran para constancia de la ayuda. Posteriormente las víctimas se enteraron que los papeles que habían firmado en realidad eran para autorizar un préstamo a su nombre, cuando una financiera los llamó para advertirles de su deuda.

Los casos

El primer hecho ocurrió el 28 de febrero. B.R., tras caer en los engaños de Cabrera y Herrera eligió del negocio un sommier, un colchón, un ventilador de pie y una máquina de soldar. Luego lo llevaron a otro local donde le dijeron que podía elegir un celular. Minutos más tarde, “cargaron en un flete los electrodomésticos que B.R., había elegido junto a muchos productos más. Días después fue a cobrar su jubilación y se dio con la novedad de que en su cuenta figuraba un descuento de $ 140.000. El banco le informó que se debía al préstamo que había sacado el 28 de febrero, valuado en una suma cercana a $ 1,2 millón, con el que se habían adquirido, además de los productos que recibió, numerosos artículos adicionales que no había solicitado ni autorizado”. Al revisar la factura de compra descubrió que habían sacado a su nombre un soporte de televisor, una desmalezadora, dos hornos eléctricos, una soldadora, ocho celulares y unos auriculares gamer. Todos estos productos sumaban un monto superior a los $ 2,5 millones.

El 11 de marzo A.B., habría caído en la misma trampa. “Cabrera y Herrera le dijeron que tenía un margen de $ 1,5 millón para elegir los productos y ella optó por una heladera. Pasados unos días la llamaron de la financiera para informarle que adeudaba un crédito por la heladera y otros elementos que se habrían llevado Cabrera y Herrera, como una bicicleta, una panchuquera, un sommier, dos cocinas, dos televisores de 32 y de 43 pulgadas, una cacerola, dos placares, un aire acondicionado, un horno eléctrico y un lavarropas”, dijo Galíndez.

El 13 de marzo L.B.M., fue al local confiada de que tenía un margen autorizado de $2 millones para sacar electrodomésticos. “La señora eligió una heladera, un televisor, una procesadora, un secador y una planchita de pelo. Ese mismo día recibió los productos pero el 17 de marzo recibió una intimación de pago donde le informaban que la primera cuota de su crédito personal vencía el 8 de abril. Al averiguar lo que ocurría vio que no sólo adeudaba los productos que ya tenía en su casa, sino que además Cabrera y Herrera habían sacado a su nombre tres televisores, una aspiradora, tres secadoras, una cocina y una heladera”.

El cuarto hecho se registró el 15 de marzo. Las imputadas le hicieron creer a P.J., que podía usar una parte del supuesto subsidio de $ 5 millones para adquirir electrodomésticos y que el resto debía compartirlo con ellas. Tras recibir algunos productos, descubrió que figuraba como titular de un crédito por $ 15 millones, destinado no sólo a los productos que eligió, sino también a una importante cantidad de electrodomésticos que habrían sido sustraídos por las acusadas.

El auxiliar de fiscal informó que en abril se practicaron tres allanamientos en los cuales se secuestraron múltiples electrodomésticos, varios de ellos coincidentes con los que aparecían mencionados en las facturas de las víctimas y otras facturas tipo B, a nombre de terceros, cuyas identidades se están investigando. Tras enumerar las evidencias imputó a Cabrera y a Herrera de ser coautoras del delito de estafa reiterada en cuatro oportunidades, adelantó que el MPF está analizando dos denuncias más efectuadas en su contra y solicitó que fueran sometidas a 60 días de prisión preventiva, argumentando que podrían influir en los testigos.

El defensor, Guillermo Villalba, advirtió que tiene una teoría del caso distinta. Explicó que sus pupilas se dedican a llevar a personas al comercio para ayudarlas a sacar los créditos. También dijo que muchas de esas personas, como forma de agradecimiento les regalan productos. “Esta defensa presentó testimonios de personas que operaron con ellas, que no fueron engañadas y que ya están pagando sus créditos. Que casualidad que de cientos de personas, sólo haya cuatro denuncias. Evidentemente estamos ante gente que aprovechó esta situación y que no quiere afrontar la deuda contraída, engañando de esta forma al MPF”, alegó. Posteriormente se opuso a la preventiva y ofreció medidas de menor intensidad por dos meses.

Las acusadas también negaron los cargos endilgados en su contra. “No voy a negar que conozco a estas personas. Ellos llegaron a mi casa buscando un crédito, nunca se les dijo que era un premio del gobierno. En el negocio el chico les explicó, ellos fueron tranquilos y eligieron sus cosas. Esto ellos lo hicieron conforme a su voluntad pasa que ahora no quieren pagar su deuda”, dijo Cabrera. “Siempre hemos ido con la verdad y nunca hemos obligado a nadie”, agregó Herrera.

Finalmente el juez Sebastián Mardiza dio por formulados los cargos pero rechazó el pedido de preventiva de la Fiscalía. En su lugar dispuso por el plazo de dos meses una serie de medidas de menor intensidad para sujetar a las imputadas al proceso.

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