9 de julio: las provincias tensan su relación con Milei y le marcan la cancha en un año electoral

Un año después de la firma del Pacto de Mayo, politólogos coinciden en que se rompió la dinámica de colaboración de los gobernadores con la Casa Rosada.

UNA POSTAL QUE INTENTA REPETIRSE. El año pasado, el Presidente Milei y 18 gobernadores firmaron el Pacto de Mayo en la Casa Histórica. UNA POSTAL QUE INTENTA REPETIRSE. El año pasado, el Presidente Milei y 18 gobernadores firmaron el Pacto de Mayo en la Casa Histórica.

En las vísperas del 9 de Julio de 2024, 18 gobernadores respondieron a la convocatoria del presidente, Javier Milei, y firmaron en Tucumán el denominado Pacto de Mayo: un compromiso entre las provincias y la Nación para trabajar de manera mancomunada en puntos que consideraron pilares de cara a una nueva Argentina. A pocos días de cumplirse un año de ese encolumnamiento institucional, esa postal está disgregada. La dinámica cambió en este año electoral: los mandatarios comienzan a unirse y ya comunicaron su descontento a la Casa Rosada ante la reducción de transferencias de fondos federales.

¿Es una suerte de sublevación de los gobernadores? ¿Qué factores inciden en ese cambio de postura, de querer marcarle la cancha a la Nación? ¿Qué motiva al Gobierno a alejarse de los gobernadores? ¿Qué se puede esperar a partir de este 9 de Julio? Los analistas políticos Carlos Germano, Carlos Fara, Luis Karamaneff, Patricio Adorno y Marcos Novaro dialogaron con LA GACETA y brindaron sus apreciaciones sobre lo que está ocurriendo y lo que se puede venir en los próximos meses.

Fuera de sintonía

“Creo que lo que está pasando es que estamos en pleno proceso electoral. Indudablemente el 26 de octubre se acerca. Los gobernadores, cada uno está tratando de defender sus propios territorios”, advirtió Germano a modo introductorio. Señaló también que hay una actitud fuerte de La Libertad Avanza (LLA) de irrumpir en casi todos los distritos y que no se terminaron de respetar los acuerdos con los mandatarios a pesar de los apoyos otorgados en el Congreso, que fueron pilares fundamentales para la Casa Rosada.

El consultor recordó que Osvaldo Jaldo logró escindir de la bancada Unión por la Patria a los diputados Agustín Fernández, Gladys Medina y Elia Fernández de Mansilla para crear el bloque Independencia y tener mayor autonomía. “Me parece que Jaldo fue el que, de alguna manera, alertó lo que está pasando. Hubo una declaración del gobernador Jaldo que dijo que en democracia se dialoga. Me parece que ese fue un llamado de atención claro que no fue registrado por el Gobierno nacional. A partir de ahí se fue generando una situación de mayor homogeneidad en todos los gobernadores. La reunión en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) de los 23 gobernadores más el jefe de Gobierno porteño, con el documento que lograron consensuar, me parece que fue un antes y un después”, expuso.

“Un mal pagador”

Por su parte, Fara coincidió en que los gobernadores dialoguistas facilitaron cosas importantes a la Nación, como la Ley Bases y varios apoyos para evitar que cayeran vetos presidenciales. Señaló que muchos jefes provinciales se movieron de forma cautelosa porque recién llegaban al Ejecutivo. Sin embargo, marcó que los mandatarios advirtieron que la Casa Rosada no honra sus acuerdos. “O como le dicen en la jerga: es mal pagador”, sentenció. Advirtió que eso tensionó la relación, además de que la economía no se reactiva y que eso trajo aparejado la caída en la recaudación de recursos propios.

“El Gobierno tiene un superávit fiscal, pero es a costa de que no gira algunos fondos a las provincias. Entonces, obviamente, dijeron ‘hasta acá llegamos’”, analizó el presidente de la International Association of Political Consultants. Advirtió que las conversaciones de cara al 26 de octubre son prematuras, y que muchos gobernadores planean no hacer alianzas sino presentar sus listas y negociar en el Congreso, desde una posición de fuerza.

“Creo que los gobernadores van a seguir apretando el acelerador en el Congreso para cobrarse los favores que le hicieron al Gobierno en su momento o tomando represalia, y vamos a ver qué quiere hacer el Gobierno con las provincias. En Corrientes decidió ir solo porque no hubo negociación con el oficialismo provincial”, indicó.

¿Tormentas?

Karamaneff, por su parte, consideró que hay tres aspectos que están articulados entre sí y van generando los nubarrones que amenazan con desatar una “tormenta perfecta”. Advirtió que si bien Milei avanzó con la reducción de la inflación, la cuestión económica está lejos de resolverse porque las demandas de la ciudadanía cambiaron, los salarios no alcanzan y la obra pública está paralizada. “Eso incide directamente en el territorio de los gobernadores”, resaltó. Agregó también como parte de ese aspecto que hay menos expectativa de parte del electorado.

Al igual que Germano, el doctor en Ciencias Políticas dijo que otro aspecto está vinculado directamente a que es un año electoral y es que LLA está armando listas en las provincias. “Es siempre un riesgo para los gobiernos provinciales en donde no hubo acuerdos políticos. Entonces, en ese armado tienen que posicionarse y adoptar posiciones, por lo general, contrarias al Gobierno nacional”, explicó.

Como tercer eje vinculado a lo anterior, Karamaneff remarcó que la Casa Rosada está avanzando con el ajuste sobre las cuentas provinciales. “Los gobernadores lo ven directamente como un condicionamiento para su liderazgo en las provincias”, mencionó.

Cambio de dinámica

Adorno entiende que no corresponde hablar de una sublevación de parte de los gobernadores. “El término está un escalón más arriba de lo que estamos viendo. Creo que es un un cambio en la dinámica de la relación de los de los gobernadores con la Rosada, y creo que el elemento que mejor lo marca es el acta que firmaron en el CFI: se cuidó de no ofender demasiado al Ejecutivo y expusieron frente a (Lisandro) Catalán (vicejefe del Gabinete del Interior) la mayoría de las cuestiones”, inició.

Ahondó el docente de la Unsta en que no se puso en tela de juicio el equilibrio, algo que la opinión pública valora y que es el principal argumento de la Nación para rechazar propuestas de impacto económico en las cuentas públicas. No obstante, observó que aquel episodio también puso en manifiesto las dificultades de los gobernadores para actuar de modo coordinado dado que individualmente no están en condiciones de plantarse ante la Casa Rosada y hay una enorme disparidad en lo que atraviesa cada provincia.

Adorno dijo que en el tiempo transcurrido de la gestión de Milei los mandatarios -a diferencia de 2024- vieron cómo la Nación se desentiende de algunas cuestiones y cómo atiende a otras, además de que es un año electoral. Consideró que LLA buscará con estos comicios tener mayor autonomía y reducir su necesidad de tener aliados permanentes. “Eso evita negociaciones que tengan que sostenerse en el tiempo; los vuelve mucho más coyunturales”, acotó. Del lado inverso, precisamente, los gobernadores buscarán retener la mayor cantidad de bancas para mostrar músculo en el Congreso.

Unión ante la debilidad

El analista Novaro consideró que el debilitamiento de Cristina Fernández de Kirchner y de Mauricio Macri fue convergiendo a una alianza de los gobernadores dado que se han borrado fronteras entre la oposición peronista y la no peronista. “Hay como un impasse respecto de quién va a encarnar una nueva oposición capaz de superar a Milei. En ninguno de los dos campos hay figuras demasiado destacadas. Entonces, en esa debilidad, creo que la alianza de los gobernantes es más fácil: todos pueden ser solidarios entre sí sin temor a que el otro le pise la cabeza”, leyó. Destacó que ese escenario de debilitamiento favorece a Milei.

Novaro también mencionó que en un año electoral el Gobierno de la Nación profundiza el ajuste, transfiriendo a las provincias menos de un tercio, además de que disolvió muchos fideicomisos. “Hay una buena cantidad de cosas que molestan mucho a las provincias, más las amenazas que hay sobre el futuro. Si no le ponen costo a Milei ahora, después de la elección va a ser peor porque se viene toda la reforma impositiva”, dijo y coincide con que los gobernadores usarán la agenda legislativa para condicionar a la Casa Rosada y obtener réditos para sus provincias.

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