WASHINGTON, Estados Unidos.- Los Marines estadounidenses enviados a Los Ángeles por el presidente Donald Trump comenzaron sus operaciones, informó el Pentágono, lo que intensifica la militarización de la ciudad tras las protestas contra las redadas migratorias.
“Dos compañías se trasladaron anoche (el jueves) al edificio federal Wilshire en Los Ángeles (...) Tomarán el relevo de las operaciones completas hoy (por ayerI al mediodía en ese lugar”, dijo a periodistas el general Scott Sherman. Se trata de unos 200 marines, dijo.
Este edificio de Los Ángeles alberga la policía federal (FBI), y los servicios de antiguos combatientes.
Tras las protestas por las redadas contra la inmigración en Los Ángeles, Trump, ya había enviado miles de tropas de la Guardia Nacional y cientos de marines, una medida que ha sido fuertemente criticada por el gobernador de California.
Entrenada para dar respuesta rápida en situaciones de emergencia, la Guardia Nacional es una fuerza militar de reserva dentro de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, lo que significa que la mayoría de sus miembros prestan servicio a tiempo parcial mientras desempeñan trabajos civiles o realizan otras actividades.
Como fuerza de respuesta, la Guardia Nacional puede ser movilizada rápidamente para hacer frente a situaciones de emergencia en suelo estadounidense, normalmente catástrofes naturales.
A diferencia de otros cuerpos del ejército estadounidense, la Guardia Nacional desempeña funciones tanto a nivel estatal como federal, y está organizada en agrupaciones con base en los 50 estados del país, así como en el Distrito de Columbia, que alberga a la capital, Washington, y los territorios estadounidenses de Puerto Rico, Guam e Islas Vírgenes.
Como fuerza de base estatal, generalmente es el gobernador de un estado o territorio quien activa y comanda la Guardia Nacional cuando es necesario.
Sin embargo, en algunas situaciones la Guardia Nacional puede ser “federalizada” por el presidente, con lo que queda bajo su control hasta que finalice la misión federal específica, como ocurre en Los Ángeles.
El último presupuesto del Departamento de Defensa autoriza un total de 433.000 efectivos de este cuerpo, repartidos entre la Guardia Nacional del Aire y la Guardia Nacional del Ejército. Esto significa que, en comparación con otros componentes de las Fuerzas Armadas estadounidenses, la Guardia Nacional sólo es superada por el Ejército en cuanto a tamaño.
Respuesta de emergencia
En caso de huracanes, incendios forestales e inundaciones, a menudo se recurre a la Guardia Nacional para que ayude a evacuar zonas peligrosas, entregue suministros en lugares aislados o proporcione equipo especializado necesario para retirar escombros peligrosos.
El mayor despliegue de la Guardia Nacional en los últimos años se produjo durante la pandemia de covid-19, durante la que ayudó a construir centros de emergencia y dotarlos de personal, transportar suministros sanitarios por todo el país y coordinar otros aspectos logísticos. Fuera de un desastre natural, el despliegue de la Guardia Nacional puede ordenarse en emergencias creadas por la ruptura del orden público, la controvertida disposición que el presidente Trump invocó para enviar tropas a California.