Tras conocerse la inflación de abril del 2,8%, por debajo de lo esperado, los analistas proyectan que la desaceleración de precios podría consolidarse en los próximos meses. Factores como la estabilidad cambiaria, el control de ingresos y una menor presión sobre el consumo estarían jugando a favor del proceso desinflacionario.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló un 11,6% en lo que va del año, con una variación interanual del 47,3%. Para el gobierno de Javier Milei, este dato representa un alivio tras el 3,7% de marzo.
La baja en el rubro de “Alimentos y Bebidas no alcohólicas” fue clave en esta tendencia, de acuerdo con Ricardo Delgado, presidente de la consultora Analytica. “Arrancamos proyectando 3,2% para mayo, lo bajamos a 2,6% y luego a 2,1% con base en el seguimiento semanal, especialmente en alimentos”, detalló.
La proyección para junio también se ajusta a la baja. “La primera semana ya muestra un 1,8%. Si se mantiene este escenario de dólar estable y condiciones internacionales favorables, podríamos ver una inflación mensual que comience con 1”, anticipó Delgado.
Fernando Marull, socio de FMyA, coincide con este pronóstico y subraya que en las primeras semanas de mayo hubo incluso desinflación en alimentos: “La primera semana marcó 0% y la segunda una caída del 0,2%. Si esa tendencia continúa, junio podría empezar con una inflación de uno coma algo”.
Federico Machado, del observatorio económico OPEN, también prevé una desaceleración, aunque advierte que está sostenida por anclas cambiarias y salariales. “El tipo de cambio está contenido por el ingreso de divisas vía exportaciones y ‘carry trade’, mientras la demanda turística sigue baja. Además, el Gobierno (nacional) intenta alinear las paritarias en torno al 1%, evitando que el consumo masivo impulse nuevos aumentos de precios”, explicó, consignó el diario "Ámbito".
De acuerdo con Machado, este contexto hace posible que la inflación mensual caiga por debajo del 2% en mayo y junio. Sin embargo, señala que, con una oferta monetaria en crecimiento y potenciales presiones cambiarias, la inflación encontrará un nuevo piso inercial. “Difícilmente se logre perforar el 26% anual”, sostuvo. Además, criticó la expansión monetaria promedio del 4% mensual, que contradice el discurso oficial de “emisión cero”.
Acumulación de reservas e inflación
El 13 de junio será una fecha clave: el gobierno libertario deberá demostrar ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) que logró acumular U$S4.500 millones en reservas netas, condición para habilitar el segundo desembolso del año por U$S2.000 millones. No obstante, el presidente Javier Milei relativizó su importancia: “¡Me chupa un huevo la acumulación de reservas! Tipo de cambio flexible significa que las reservas no varían. La deuda la pago con equilibrio fiscal”, afirmó en una transmisión por streaming.
A nivel técnico, Delgado advierte que acumular reservas implica emitir pesos, lo que podría presionar al alza el tipo de cambio e impactar negativamente sobre la inflación. Aun así, confía en que la estabilización cambiaria dé señales claras al mercado y permita contener la inflación núcleo, que en abril fue del 3,2%.
En el Instituto Argentina Grande (IAG), sin embargo, advierten que la inflación núcleo aún no logra romper el piso del 3% y supera al IPC general. “Sigue en los niveles de marzo, aunque el dato no es negativo si se considera la salida del cepo, la incertidumbre cambiaria y las malas expectativas del mes”, señaló el último informe del instituto.