Soja: por retenciones y dólar a $1.000, el campo proyecta que el valor de la tonelada caerá a $250.000

El sector agroexportador proyecta una fuerte caída en el precio de la tonelada de soja a partir de julio, cuando finalice la reducción temporal de retenciones anunciada por el Gobierno. Actualmente, la tonelada se comercializa en torno a los $300.000, pero con la reimplementación del 33% de retenciones y un tipo de cambio oficial cercano a $1.000, estiman que el valor caerá a unos $250.000. Esta situación genera preocupación por la pérdida de rentabilidad, ya que el tipo de cambio anclado no compensa el aumento de costos como fertilizantes o gasoil.

Ante este escenario, desde el sector plantearon al Gobierno la posibilidad de realizar operaciones en dólares para dinamizar las inversiones previstas en maquinaria e insumos de cara a la siembra de trigo, cebada, soja y maíz. La idea sería permitir pagos en divisa extranjera tanto para insumos como para productores, con el objetivo de movilizar los “dólares del colchón”. Aunque el Ejecutivo no confirmó medidas concretas, esta opción es vista como una alternativa frente al recorte de márgenes y la caída de los precios internacionales.

Un informe del CEPEC advierte que los productores enfrentan una “compleja ecuación” económica, con precios internacionales bajos, un dólar oficial desfavorable y márgenes negativos en la mayoría de las provincias productoras. Si bien la reducción temporal de retenciones y la baja brecha cambiaria permiten cierta maniobra, el Gobierno no tendría margen fiscal ni político para extender más beneficios, especialmente en un contexto de reservas negativas y exigencias del FMI.

El clima de diálogo entre el campo y el Gobierno también está tensionado. Empresarios del agro expresan incomodidad por el tono de las reuniones oficiales, el temor a represalias públicas y la falta de espacios para disentir con la política económica. Las conversaciones, cada vez más frecuentes en oficinas alejadas del Ministerio de Economía, reflejan una relación desgastada que pone en duda la coordinación futura entre el Ejecutivo y uno de los sectores clave para el ingreso de divisas.