RESPUESTA. Pirovano, presidente del instituto, dijo que ahora hay más concursos y créditos que el año pasado.
La situación del cine argentino continúa en una gran parálisis. No solo el Incaa, es verdad, sino también la producción en Tucumán donde sigue sin aplicarse la Ley Provincial de Promoción de la Actividad Audiovisual, también conocida como Ley 9.578.
El Espacio Nacional Audiovisual (que nuclea casi una decena de organizaciones de medios audiovisuales) denunció la semana pasada que a lo largo de 2024 y en lo que va de 2025 el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales no aprobó una sola película nacional (el resultado de esta política se evidenciará con la ausencia de títulos nacionales en el circuito de festivales internacionales).
El organismo, que aplicó despidos sobre todo en la primera mitad de 2024, viene promoviendo una política de reducción de funciones a partir del recorte a los instrumentos de fomentos a la producción, la difusión y la comercialización de cine argentino. señala la organización.
Desde el EAN se indicó que en lo que va de la gestión de Carlos Pirovano , presidente del Incaa, no se ha cumplido con los lineamientos que establece la Ley de Cine.
“El Incaa tiene como finalidad primordial el fomento y la regulación de la actividad cinematográfica. No obstante, todas las medidas adoptadas han perjudicado el desarrollo y crecimiento de la industria audiovisual. Prueba de ello es que, a lo largo del 2024 y en lo que va del 2025, Carlos Pirovano se ha convertido en el único presidente del Incaa en tener el récord histórico de cero películas argentinas aprobadas durante su gestión”, afirmó la organización.
Preclasificación
“La supresión de la ‘preclasificación de proyectos’ ha impedido que las productoras cuenten con previsibilidad respecto a los subsidios que podrían obtener, dificultando la elaboración de planes económicos y la formalización de coproducciones internacionales”, añadió el documento de EAN, para enseguida exponer que “muchas producciones que ya contaban con fondos internacionales asignados han tenido que renunciar a esos recursos debido a la falta de reglas claras”.
La respuesta de Pirovano
El presidente del Incaa, por su parte, salió a responderle al EAN en Infobae. “No es cierto (que no hubo apoyo a la producción), una vez más los comunicados de este sector mienten. Firmamos muchas declaraciones de interés en relación a las películas analizadas por el Comité de Clasificación de las Películas Terminadas. Lo que no hemos aprobado son declaraciones de interés de preclasificación, eso se abolió porque era ilegal”, afirmó.
Para Pirovano, “ahora hay más concursos y créditos que en 2023; antes habían subsidios en cuotas, se quejan de que no le regalamos más plata. En la gestión anterior, sin contraprestación de audiencia, se producían una gran cantidad de películas que llevaban menos de 100 espectadores, por eso se eliminó la preclasificación y el anticipo de subsidios”.
El gasto
Por otro lado, desde expertos portales se consignó que el Incaa gastó el 40% de lo que recaudó en el primer trimestre de 2025. “En el marco de su política de austeridad y ahorro, el presidente del Incaa, utilizó apenas el 39,7% de los recursos disponibles, según la Ejecución Presupuestaria Acumulada al 31 de Marzo de 2025”, señala Diego Batlle.
“Los ingresos tributarios del primer trimestre ascendieron a 11.373 millones de pesos y la recaudación total, a 12.069 millones, mientras que los egresos por todo concepto llegaron a 4.797 millones, con un “ahorro” (sic) de 7.272 millones. Luego de la ola de cientos de despidos (el organismo pasó de casi 800 empleados a 261 distribuidos en cuatro edificios como la sede central de Lima 319, la Enerc, el Cine Gaumont y la Cinemateca) las remuneraciones insumieron 2.944 millones; es decir, el 24,4% de los ingresos del período enero-marzo”.
Los datos difundidos por Batlle están consignados en el Sistema de Información Financiera para Empresas Públicas, Fondos Fiduciarios y Entes excluidos del Presupuesto de la Administración Nacional.
“Así, el Incaa sigue ingresando los fondos previstos por la Ley de Cine, gastando menos en su operatoria, pero -y aquí está la clave del asunto, dice Batlle- dejando de invertir esos recursos en el fomento a la producción (históricamente destinaba el 50% de su dinero a créditos y subsidios)”.
Ley sin cumplir
En esta provincia, la Ley 9.578 no se cumplió en nada: concretamente no se han otorgado los fondos que estaban dispuestos en la reglamentación que el propio gobernador había firmado en su momento.
El Consejo de Artes de Audiovisuales de Tucumán (CAAT) ha planteado el tema en reuniones con altos funcionarios, pero no más que eso. No se ha avanzando en ningún sentido, ni siquiera en una crítica y denuncia profunda sobre el tema. (debe aclararse que el Consejo está presidido por el Ente Cultural, es decir, por el mismo gobierno).
A principios de este año, únicamente, se ha instrumentado un ciclo de difusión en Canal 10 en cuatro sábados con producciones de cineastas locales. Pero la escasa difusión no pasó de eso.
Tampoco el proyecto de un canal de streaming en el que estarán agendados largos y cortometrajes de producción local se ha llevado adelante.
En febrero La legisladora Carolina Vargas Aignasse presentó un informe sobre la industria audiovisual y propuso generar una Comisión de Filmaciones de la provincia.
Pero en la importante iniciativa nada se explicó sobre la deuda del gobierno con los cineastas.
Espacio Incaa: “Caigan las rosas blancas”
Violeta, una joven directora de cine que hizo, alguna vez, junto a un grupo de amigas una película porno, lésbica y gozosa, es contratada para hacer una porno mainstream. El personaje interpretado por Carolina Alamino está claramente en conflicto con los engranajes de la industria cinematográfica en la que está inmersa. Hay un cierto mecanicismo entre las trabajadoras del set, como en la forma en que una cadena de personas se comunica por radiotransmisores en el estudio para hacer llegar las plantas que la directora dice necesitar para filmar la escena. Violeta huye no solo del set, sino también de la ciudad de Buenos Aires.
La película “Caigan las rosas blancas” de Albertina Carri, quien siete años después de su primera realización vuelve con este estreno que fusiona la ficción con lo documental, se podrá ver esta noche a las 20 en el Espacio Incaa (San Martín 251).
En la película, sus ideas sobre los sistemas de géneros -cinematográficos y sexuados- no le permiten llevar adelante la filmación.
Parte con sus amigas actrices desde Buenos Aires hacia la cálida São Paulo. Nada la satisface, hasta lanzarse a nado al océano atlántico y encontrar una isla dónde nuevas y antiguas historias la reciben a través de una extraña comunidad organizada alrededor de un territorio que se despliega delicioso y extravagante.
“La película va alrededor también de esa idea: ¿de qué se trata el cine? ¿Y el cine latinoamericano? ¿Qué son los géneros cinematográficos, para las formas precarias en las que nosotras hacemos cine? Nos preguntamos esas cuestiones; por lo tanto, sigue siendo una película super política. Además, esto es como un sello de autora”, describió la directora. “También es una película que abre muchísimas reflexiones y tiene cierta pretensión más espiritual, o más filosófica. Y es una película política sobre el cuerpo: siempre se pone mucho el cuerpo y eso es en sí mismo político. De hecho, estamos viéndonos y hablando en pantalla, en cuerpo presente, en sistemas donde nos estamos volviendo algoritmos o voces”, dice la directora.






