26 Abril 2025
Lo que iba a pasar, finalmente pasó. La tarde en el Nuevo Gasómetro fue una mezcla de emoción, dolor y furia. Mientras los jugadores de San Lorenzo calentaban para enfrentar a Rosario Central por la fecha 15 del Torneo Apertura, los hinchas transformaban el estadio en un cabildo abierto. Las tribunas, teñidas de azulgrana y con banderas en honor al Papa Francisco, se convirtieron en el escenario de una doble manifestación: una para rendir tributo al hincha más querido y otra para repudiar a su presidente más cuestionado.
La filtración del video donde se ve a Marcelo Moretti recibiendo 25 mil dólares de la madre de un juvenil explotó como una bomba en el corazón de Boedo. El presidente, ahora de licencia por 90 días, fue el blanco de los cánticos más duros: "Moretti, hijo de p…, la p… que te parió", corearon desde los cuatro costados del Bidegain. La bronca se generalizó: "que se vayan todos, que no quede ni uno solo", retumbó una y otra vez como reclamo de una hinchada harta.
El pedido fue claro, unánime, casi institucional: elecciones anticipadas. “Dirigentes, dirigentes… no se lo decimos más… si no llaman a elecciones… qué quilombo se va a armar”, advirtieron con la convicción de quienes sienten que el club, su club, les fue arrebatado.
EMOCIONANTE MINUTO DE SILENCIO Y APLAUSOS POR EL PAPA FRANCISCO EN EL NUEVO GASÃMETRO.
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Pero la jornada también estuvo atravesada por la emoción. El homenaje al Papa Francisco, el hincha eterno, fue tan profundo como sentido. San Lorenzo se vistió de luto y de fiesta para despedir a Jorge Bergoglio con una camiseta especial que en el pecho mostraba su rostro y el mensaje "Juntos por la Eternidad". El minuto de silencio fue respetuoso, conmovedor, y sirvió de manto de piedad ante tanta bronca contenida. Desde la popular azulgrana, un canto voló desde Bajo Flores a Roma: “El Papa es de Boedo, el Papa es de Boedo…”
El tributo incluyó un cuadro pintado por la artista Lú Sedova, que retrató la relación del Pontífice con los colores azulgranas, y fue colocado junto al escudo del club. En las tribunas, los hinchas colgaron banderas con los colores del Vaticano y con escenas que recordaban los momentos más emblemáticos de Francisco con la camiseta del Ciclón.
Durante el entretiempo, los juveniles de la categoría 2012 desfilaron junto a niños de Scholas Occurrentes, la organización educativa fundada por el Papa en 2013, como un gesto simbólico que reforzó el vínculo entre deporte, integración y valores que siempre promovió.
Incluso Rosario Central se sumó al homenaje con un parche especial en sus camisetas. Pero ni el respeto ni los gestos simbólicos lograron disipar la tensión política.
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Viggo Mortensen, otro hincha emblemático, se sumó a los reclamos. Desde el exterior, el actor pidió la salida de Moretti: “Por el bien de San Lorenzo y su hinchada. Ya hiciste bastante daño desde que fuiste elegido para cuidar al club. Gracias”, escribió.
Así, en medio del duelo por la muerte del Papa y de la vergüenza institucional por el escándalo de corrupción, San Lorenzo volvió a ser San Lorenzo: un club atravesado por las pasiones más extremas, donde la fe y la indignación conviven, donde el amor y la bronca son parte del mismo ritual.
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