Consumir miel todos los días: ¿qué efectos tiene en el hígado?

Este alimento puede desempeñar un papel destacado en el bienestar general.

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07 Febrero 2025

Aunque tradicionalmente la miel se utiliza para tratar una amplia una variedad de afecciones como las gripes o resfríos, investigaciones recientes revelan que este alimento dulce tiene un impacto positivo en el hígado.

Entre los múltiples beneficios de la miel para la salud se puede mencionar que mejora el funcionamiento del corazón y disminuye los triglicéridos. Además, aumenta las defensas del cuerpo, alivia el dolor de garganta, asma y tos, y mejora la memoria y ansiedad. 

Por otro lado, este alimento combate la obesidad ya que mejora los niveles de azúcar y grasa en la sangre, reduciendo el estado de inflamación y ayudando a mantener el peso.

¿Cuál es el efecto de la miel en el hígado?

Este alimento puede desempeñar un papel destacado en la salud hepática y, por tanto, en el bienestar general.

1. Uno de los beneficios más significativos de la miel para el hígado es su capacidad para reducir un marcador clave de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), una de las afecciones hepáticas más comunes en el mundo.

El consumo de miel puede ayudar a reducir los niveles de grasa en el hígado, disminuyendo así el riesgo de desarrollar EHGNA o ralentizando su progresión en quienes ya la padecen.

2. La miel también es rica en antioxidantes, unos compuestos que juegan un papel crucial en la protección del hígado frente a los radicales libres. Los radicales libres son moléculas inestables que se generan como subproductos del metabolismo y pueden causar daño celular, incluyendo daño al tejido hepático. 

De hecho, este órgano es particularmente susceptible al estrés oxidativo, ya que es el principal órgano encargado de descomponer toxinas, lo que a menudo produce radicales libres. 

Los antioxidantes presentes en la miel, como los flavonoides y los ácidos fenólicos, neutralizan estos radicales libres, reduciendo el daño oxidativo y ayudando a prevenir enfermedades hepáticas crónicas.

3. Un componente especialmente interesante de la miel es el metilglioxal (MGO), un compuesto que ha sido objeto de varias investigaciones gracias a sus efectos hepatoprotectores. 

El MGO es más abundante en la miel de Manuka, una variedad de miel originaria de Nueva Zelanda que se ha ganado la reputación de ser beneficiosa para la salud. Así, el MGO puede ayudar a proteger el hígado de diversas formas, incluyendo la reducción de la inflamación y el estrés oxidativo, así como la mejora de la función hepática en general.

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