De convertirle un gol a San Martín de Tucumán a defender sus colores

De convertirle un gol a San Martín de Tucumán a defender sus colores

Federico Murillo, refuerzo que se desempeña como lateral derecho, aseguró que uno de sus objetivos era vestir la camiseta del "Santo".

EN ACCIÓN. Federico Murillo disputó el último amistoso de pretemporada contra Gimnasia de Jujuy. Foto GyJ.

Entre risas junto a sus compañeros, pero con la mirada enfocada en lo que vendrá, así vive los entrenamientos Federico Murillo. El lateral derecho, que llegó desde Ferro, es una de las nueve incorporaciones con las que cuenta Ariel Martos para el arranque de esta nueva temporada en San Martín de Tucumán y no oculta su alegría al cumplir uno de sus anhelos. “Estar acá es algo que siempre quise; ahora mi desafío es trabajar duro y aportar al equipo en todo lo que pueda”, afirmó con determinación.

“Tuve otras propuestas de equipos del interior, pero no me cerraban porque me alejaban demasiado de mi hijo Felipe, que tiene solamente seis años. Cuando apareció San Martín en mi camino todo cobró sentido. Pensé en lo que había dicho meses atrás (el futbolista asegura que siempre le gustó San Martín) y en que ese anhelo estaba a punto de convertirse en realidad”, confesó con emoción.

No obstante, detrás de la alegría hay una realidad que no es fácil de sobrellevar: estar lejos de su hijo. “No te voy a mentir, me está costando y bastante. Aprovechamos cada momento juntos antes de que empiece el colegio”, contó Murillo, dejando entrever el peso de la distancia. Porque para él, el fútbol y la familia ocupan el mismo lugar en su vida.

El apoyo incondicional de los suyos fue su mayor fortaleza. Desde que a los 16 años dejó Gualeguaychú, su ciudad natal, con una valija cargada de sueños y con la ilusión de convertirse en futbolista profesional. Su familia siempre estuvo a su lado, sosteniéndolo en los momentos más duros y complicados. “Mis padres y mis hermanos siempre estuvieron al pie del cañón. A veces pasaban meses sin poder visitarlos porque no tenía dinero para los pasajes. Mi abuela me ayudaba económicamente y, cuando no alcanzaba, entre todos juntaban lo que podían para que yo estuviera tranquilo y para no me faltara absolutamente nada”, recordó con la mirada cargada de nostalgia.

EN FAMILIA. Murillo posa junto a sus hermanos y sobrinos.

Ese mismo espíritu de lucha lo llevó a dar sus primeros pasos en el fútbol profesional. El 7 de enero de 2017, Ferro lo convocó por primera vez al plantel de Primera gracias a la confianza del entrenador Marcelo Broggi. “Fue una persona clave en mi carrera. Primero como coordinador y luego como técnico. Él me dio la oportunidad de debutar; lo quiero mucho y siempre le voy a estar agradecido. La verdad es que todos los entrenadores me dejaron algo, cada uno con su manera de trabajar”, valoró.

Si bien hoy se consolidó como lateral derecho, el camino hasta allí no fue lineal. “Arranqué como volante por derecha y jugué ahí muchos años en inferiores. Con el tiempo me fui adaptando a distintas posiciones y, hoy por hoy, ser lateral es lo que más disfruto”, explicó.

Pero tras varias temporadas en Ferro, Murillo sintió que necesitaba salir de su zona de confort y Flandria apareció en su vida en el momento justo. “Me sirvió muchísimo. Es un club en crecimiento, con gente muy comprometida, que me hizo sentir como en casa. Crecí mucho como jugador y encontré la continuidad que tanto buscaba”, relató con gratitud.

A pesar de los años en Ferro y de su paso por el “Canario”, San Martín siempre estuvo en su radar. Lo siguió de cerca durante mucho tiempo y terminó de convencerse de que quería vestir esa camiseta tras una charla con Gonzalo Rodríguez. “Después de tanto tiempo en un mismo lugar, uno necesita nuevos desafíos para seguir creciendo. Todos saben lo que significa San Martín, pero además, hablar con el ‘Turbo’ me ayudó mucho a dar el paso”, reveló. Irónicamente, en la última temporada le marcó un gol al “Santo” en la derrota 3-1 en Caballito, pero ahora está del otro lado, listo para defender los colores que tanto admiraba.

FESTEJO DE GOL. Federico Murillo celebra el tercer tanto de Ferro a San Martín de Tucumán, durante la temporada pasada.

Murillo y su mirada sobre cómo se dio la temporada para San Martín de Tucumán

Sin embargo, su entusiasmo por este nuevo desafío no le impidió expresar su indignación por el desenlace de la última temporada. “Es muy injusto lo que pasó. Que el equipo haya sacado tanta diferencia y se haya quedado con las manos vacías no es justo. Pero ahora es otro año, otra temporada. Hay que dejar atrás lo que pasó, mirar hacia adelante y volver a luchar por el ascenso”, afirmó con determinación.

En ese camino, Murillo está dispuesto a dejarlo todo. “Me gusta proyectarme en ataque, tengo buen juego aéreo, pero sobre todo me destaco por el sacrificio. Eso no se negocia, me lo enseñaron desde chico”, expresó.

Con el debut contra Almagro a la vuelta de la esquina, el defensor dejó en claro lo que espera de esta nueva etapa y aprovechó para enviar un mensaje tanto a Martos y a la hinchada. “Nos transmitió su idea y la vamos a defender a muerte. Tiene muy buena llegada al grupo y eso es clave”, destacó. En tanto, a los fanáticos solamente les pidió confianza. 

“Que se queden tranquilos, porque vamos a defender esta camiseta con el ADN del club. Estamos trabajando muy bien, la pretemporada fue intensa y el equipo se está conociendo. Sabemos que el partido contra Almagro será duro, pero vamos a salir a ganarlo. Nos preparamos para eso”, cerró Murillo, con la convicción de que puede ser una buena temporada para San Martín.

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