¿Cómo impacta la caída del real en la Argentina?

¿Cómo impacta la caída del real en la Argentina?

Por la depreciación de la moneda brasileña respecto del dólar, festeja el turismo, por el abaratamiento de los gastos, pero tiemblan las exportaciones ante una eventual baja de la demanda.

CANASTA DE MONEDA. El peso argentino se recupera y el Real brasileño cae frente al dólar. CANASTA DE MONEDA. El peso argentino se recupera y el Real brasileño cae frente al dólar.

“El dólar sube a R$ 6 por primera vez en la historia en medio de críticas por paquete fiscal”. El título de la principal nota que ayer se fijó en el portal del diario Fohla, uno de los diarios más influyentes de Brasil. El real, la moneda brasileña, marcó un récord en términos nominales, y un aumento de más del 3% en la semana. Según la serie estadística del estatal Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), desde que el real entró en circulación en 1994, la divisa estadounidense nunca había alcanzado ese valor.

Detrás de ello, a la persistencia devaluatoria que experimentaron las economías emergentes tras el triunfo de Donald Trump en los Estados Unidos se le adicionaron nuevas presiones de origen local. La exposición del plan fiscal por parte del Ministro de Economía, Fernando Haddad, fue recibida con escepticismo por parte del mercado que esperaba una contención del déficit fiscal más agresiva. Particularmente, una de las medidas del paquete que impulsa el presidente Luiz Inácio Lula da Silva hizo ruido entre los operadores y motorizó la volatilidad de una semana difícil en el vecino país: una propuesta para instrumentar un Impuesto a la Renta para los que ganen más de 5.000 Reales mensuales (alrededor de U$S 840).

La presión devaluatoria del Real presiona a la estrategia cambiaria local. El escenario se compone de un deslizamiento cambiario del 2% mensual (y con vistas a reducirse) y una moneda de nuestro principal socio comercial tocando máximos históricos, lo que se traduce en un tipo de cambio bilateral tendiendo a mínimos históricos, advierte Ecolatina. En números, el tipo de cambio borró la corrección realizada el 13 de diciembre, situándose en valores similares a los de diciembre de 2015 y apenas un 5% por encima del registrado a lo largo de 2001 (piso de la serie iniciada en 1997).

De sostenerse esta dinámica, hacia adelante la cuenta corriente bilateral se verá fuertemente presionada, vía pérdida de competitividad comercial y mayores egresos por servicios, en especial aquellos vinculados al turismo, lo que requerirá un mayor grado de financiamiento externo. Esa es la preocupación que aqueja a los exportadores argentinos que, ante el encarecimiento de la producción nacional, temen que haya menor demanda desde aquel país, al menos hasta tanto encuentre cierta estabilización en su actividad económica. Distinto es el caso de los turistas argentinos que, según se prevé, acudirán masivamente hacia las playas del vecino país, por lo accesible que puede resultarles tomando en cuenta los precios que se piden en la costa atlántica argentina.

“Mi preocupación es que Brasil entre en una recesión y no tanto que la gente se vaya de vacaciones en enero” porque “nos compraría mucho menos”, consideró el economista Fernando Marull, en diálogo con el programa “Esta mañana” de Radio Rivadavia. “Una devaluación fuerte de Brasil en 1999 nos partió al medio a nosotros”, recordó el consultor, justificando las inquietudes que se produjeron en las últimas horas.

No obstante, consideró que el Banco Central de Brasil, con U$S 400.000 millones de reservas, “puede hacer lo que quiere” con el precio del real, incluso salir a defenderlo. El gobierno de Lula Da Silva tendrá que avanzar con las correcciones fiscales, con el fin de evitar que la crisis se profundice en los próximos meses. La intención de su administración es disminuir el gasto público brasileño entorno de unos 70.000 millones de reales (equivalente a unos U$S 11.800 millones) durante los próximos dos años.

El “superdólar”

El escenario de crecimiento y los menores recortes en las tasas de los Estados Unidos consolidar al dólar como la principal moneda fuerte del planeta. En se marco, las monedas de América latina siguieron depreciándose, pero con menor presión durante el último mes, excepto en Argentina y Perú.

El real brasileño, el peso uruguayo y el peso chileno fueron los que más retrocedieron 3,9%, 4,9% y 3,2% en el último mes. Las preocupaciones locales jugaron un papel clave, como la incertidumbre sobre la situación fiscal en Brasil y la victoria de la oposición en Uruguay, junto con el fortalecimiento del dólar a nivel global, indica un reporte de Balanz. En Brasil, como se expuso, el Real alcanzó esta semana su nivel mínimo contra el dólar, después de que los inversores no quedaron confiados por las medidas de ajuste fiscal anunciado por el gobierno. La excepción la aportó Argentina, en donde los datos fiscales y de inflación, sumado al “crawling peg” al 1% y la acumulación de reservas, que ya alcanza los U$S 31.500 millones, mantienen el valor del tipo de cambio a pesar del fortalecimiento del dólar, detalla el informe al que accedió LA GACETA.

El Sol peruano, a su vez, logró mantenerse sin variaciones gracias al superávit en las cuentas externas y las intervenciones cambiarias del banco central. En el mercado también siguen con atención el impacto de la depreciación del Real en las materias primas.

Las reservas: cambio de tendencia en las operaciones del Central

En el cierre de la semana, el Banco Central vendió U$S 171 millones y así cortó su racha de varias semanas consecutivas de compra de divisas, en el último día hábil de noviembre. Se trata del saldo negativo diario más importante desde el 9 de septiembre último. Las reservas internacionales cerraron noviembre en U$S 30.212 millones. Durante la semana, el Central acumuló compras por U$S 147 millones, mientras que el balance positivo de noviembre llegó a U$S 1.440 millones. En el mercado, los dólares financieros cerraron la semana con tranquilidad, mientras que el “blue” perdió $ 20 en su cotización semanal.

Comentarios