CARACAS, Venezuela.- La organización Amnistía Internacional, en una nueva investigación, expuso que hay detenciones arbitrarias, torturas, malos tratos, y graves violaciones del derecho a un juicio justo de cinco niños y una niña cometidas entre el 29 y el 31 de julio, durante la represión del gobierno de Nicolás Maduro contra la disidencia tras las elecciones en Venezuela.
Cuatro meses después, al menos 198 niños y niñas siguen sometidos ya sea a detención injusta, a acusaciones penales infundadas, o a las graves secuelas psicológicas y físicas de los abusos perpetrados por las autoridades venezolanas, dice el informe.
“El gobierno de Maduro ha cruzado una línea que no debiera cruzarse: detener, torturar, criminalizar, y castigar a niños y niñas es inhumano. Latinoamérica y la comunidad internacional deben exigir de manera urgente a las autoridades venezolanas la liberación inmediata e incondicional y la reparación a todos ellos”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Cerca de 200 niños y niñas están entre las miles de víctimas de la política de represión y persecución de Maduro que existe desde hace una década. Mientras decenas siguen detenidos injustamente en condiciones inhumanas, otros han sido excarcelados pero siguen sometidos a procesos penales sin fundamento.
“Estas terribles historias de tortura y crímenes contra niños y niñas se enmarcan en patrones más amplios de violaciones generalizadas y sistemáticas de los derechos a la integridad personal y a la libertad, y a un juicio justo, perpetrados por el gobierno de Maduro”, sostiene en sus conclusiones la ONG.
La organización reclamó que, mientras salen a la luz estos abusos de poder, los Estados de todo el mundo “deben sumarse al clamor global y exigir que se respeten los derechos humanos en Venezuela, empezando por los derechos de los niños y niñas”.
También exigió apoyo a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional a todas las investigaciones penales bajo el principio de jurisdicción universal, y el riguroso escrutinio de la Misión de Determinación de los Hechos de Naciones Unidas.
Una década de crisis
Venezuela sufre una crisis de derechos humanos profunda y multidimensional desde hace al menos 10 años. Durante este tiempo, Amnistía Internacional ha denunciado graves violaciones de derechos humanos, así como crímenes de derecho internacional, incluidos crímenes de lesa humanidad, y una emergencia humanitaria, que han obligado a más del 25% de la población del país a huir al extranjero.
Enfatiza un elemento especialmente alarmante del más reciente aumento de represión del gobierno contra la disidencia tras las protestas contra la declaración de Maduro como ganador de la elección del 28 de julio.
En el primer mes tras las elecciones, las autoridades llevaron a cabo más de 2.000 detenciones, según cifras oficiales, que se suman a los centenares que ya estaban detenidos arbitrariamente desde antes del 28 de julio. Se presume que todos estos arrestos y detenciones son arbitrarios y forman parte de la política de represión de larga data del gobierno de Maduro contra cualquier percepción de disidencia.
Además de este aumento sin precedentes de las detenciones arbitrarias por motivos políticos, que no sólo incluían a niños sino también a personas que viven con una discapacidad, la represión también incluyó asesinatos, denuncias creíbles de tortura, desapariciones forzadas, ataques generalizados contra la sociedad civil, represalias contra defensores y defensoras de los derechos humanos y graves violaciones de las garantías de un juicio justo.