“Batore” Caro volvió a ocupar un calabozo

“Batore” Caro volvió a ocupar un calabozo

Penal de Villa Urquiza Penal de Villa Urquiza

Marcos “Batore” Caro terminó tras las rejas, luego de que un juez ordenara su detención y lo traslado al penal de Villa Urquiza para cumplir la condena a 29 años por un homicidio. La Justicia le había otorgado el arresto domiciliario hasta tanto la sentencia quedara firme.

El 3 de octubre de 2018, Samir Domínguez (16 años) fue asesinado de tres disparos. El año pasado se desarrolló el juicio. El auxiliar fiscal Osvaldo Martínez Terán fue contundente. Detalló que un vehículo conducido por “Batore” detuvo su marcha en la puerta de una vivienda de Magallanes al 1.300. Dijo además que Francisco “Vikunga” Caro descendió del vehículo, mientras que su hermano Cristian “Bichi” Caro, que estaba en el asiento trasero, lo arengaba para que disparara contra el adolescente y también amenazaron a su hermana Mariel, que intentó ayudarlo a escapar.

En las audiencias sobrevoló una teoría del crimen. Al parecer, “Vikunga” se había burlado en varias ocasiones del adolescente a través de mensajes de texto. La víctima, cansada de esa situación, se presentó en su domicilio y disparó contra el frente de la vivienda. Esa fue la razón por la que los Caro decidieron vengarse del menor de 16 años. Sin embargo, para muchos investigadores hubo otra cuestión de por medio que nunca pudo probarse. Una cuestión tan grave que generó la casi ejecución de un joven desarmado y por la espalda.

Detalles

El tribunal, integrado por Dante Ibáñez, Rafael Macoritto y Diego Lammoglia, decidió condenar a “Vikunga” Caro a 32 años por considerarlo culpable de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por abuso de arma de fuego en contra de la hermana de la víctima. “Batore” recibió una pena de 29 años por los mismos delitos. En tanto que los jueces absolvieron por el beneficio de la duda a “Bichi” y a Guillermo Córdoba, el cuarto imputado en la causa.

Augusto Avellaneda y Cergio Morfil, defensores de “Batore”, impugnaron la sentencia y lograron que un tribunal le otorgara el arresto domiciliario hasta que la Corte Suprema de Justicia de la provincia confirmara la sentencia. Al vencerse el plazo, el juez Gonzalo Ortega no tuvo el mismo criterio que sus pares de impugnación y anuló el beneficio que Caro había recibido. Por esa razón, ordenó que fuera detenido, medida que concretó el personal de la división de Búsqueda y Captura de Prófugos, al mando de los comisarios Daniel Brito, Diego Bernachi y Miguel Carabajal.

“La condena aún no está firme, y vamos a trabajar para volver al mismo estado que venía transitando nuestro defendido. Me parece arbitraria la orden de detención, ya que agrava su situación”, explicó Avellaneda.

Los miembros del clan Caro vienen sumando condenas en los últimos años. Además de este caso, los hermanos fueron sentenciados por haber integrado la banda que cometió varios robos en una causa que fue conocida como “La industria del escruche”.

Comentarios