Pérdida de la memoria: siete consejos para ejercitar la mente y evitar el deterioro cognitivo

Pérdida de la memoria: siete consejos para ejercitar la mente y evitar el deterioro cognitivo

Hay una serie de ejercicios cotidianos que ayudan a estimular el cerebro.

Pérdida de la memoria: siete consejos para ejercitar la mente y evitar el deterioro cognitivo
29 Marzo 2024

La pérdida de la memoria ocurre de modo natural con el paso de los años es un problema de salud pública, pero los especialistas aseguran que hay mucho por hacer para conservar las capacidades del cerebro, sino intactas, en buena manera.

Según el neurocientífico Richard Restak, neurólogo y profesor clínico de la Facultad de Medicina y Salud de la Universidad del Hospital George Washington, el deterioro no es inevitable.

El neurocientífico aseguró que es clave “superar los problemas cotidianos de la memoria” y para eso consideró cada aspecto de la memoria y cómo esta se conecta con el pensamiento creativo, el impacto que tiene sobre la memoria la tecnología y cómo la memoria da forma a la identidad.

El experto dijo que el tipo de memoria más crítico y para lo cual insta a practicar diariamente ejercicios para fortalecerla es la memoria de trabajo, que se encuentra entre el recuerdo inmediato y la memoria a largo plazo, vinculada a la inteligencia, la concentración y el logro. Reforzar todas las habilidades de la memoria, agregó, es clave para evitar problemas posteriores.

Siete consejos para evitar la pérdida de memoria con el paso de los años

“Somos lo que podemos recordar”, dice el especialista y detalla algunos consejos para desarrollar y mantener una memoria saludable.

1) Prestar más atención

Algunos lapsos de memoria son en realidad problemas de atención, no problemas de memoria. Por ejemplo, si olvidaste el nombre de alguien que conociste en un cóctel, podría ser porque estabas hablando con varias personas en ese momento y no prestaste atención cuando lo escuchaste.

“La falta de atención es la principal causa de las dificultades de memoria”, relata Restak. “Significa que no codificaste correctamente la memoria”, agrega.

Una forma de prestar atención cuando se aprende información nueva, como un nombre, es visualizar la palabra. “Tener una imagen asociada con la palabra, puede mejorar el recuerdo”, dice Restak. Por ejemplo, recientemente tuvo que memorizar el nombre de un médico, el Dr. King (un ejemplo fácil, reconoció). Así que imaginó a un médico varón “con una bata blanca con una corona en la cabeza y un cetro en lugar de un estetoscopio en la mano”.

2) Encontrar desafíos de memoria cotidianos regulares

Hay muchos ejercicios de memoria que se pueden integrar en la vida cotidiana. Restak sugirió hacer una lista de compras y memorizarla. Cuando llegue al supermercado, no saque automáticamente su lista (o teléfono); en su lugar, agarrá los productos de acuerdo a lo que se acuerde.

“Tratá de ver los elementos en tu mente”, dice el especialista, y solo consultá la lista al final, si es necesario. Si no va a ir a hacer las compras, intentá memorizar una receta. Además, agrega que cocinar con frecuencia es en realidad una excelente manera de mejorar la memoria de trabajo.

De vez en cuando, subite a un auto sin prender el GPS e intentá navegar por las calles de memoria. Un estudio de 2020 sugiere que las personas que usaban el GPS con más frecuencia a lo largo del tiempo mostraron un deterioro cognitivo más pronunciado en la memoria espacial tres años después.

3) Jugar

“Los juegos como el bridge y el ajedrez son excelentes para la memoria, pero también lo son los más simples”, afirma Restak. Por ejemplo, el “juego de memoria de trabajo favorito” del especialista es 20 preguntas, en el que un grupo (o una sola persona) piensa en una persona, lugar u objeto, y la otra, el interrogador, hace 20 preguntas con un “sí” o “sin respuesta”. El acertijo consiste en que para tener éxito, el interrogador debe tener en la memoria todas las respuestas anteriores para adivinar la respuesta correcta.

Otro de los ejercicios de memoria probados y verdaderos de Restak simplemente requiere un bolígrafo y papel o un grabador de audio. La actividad consiste en: 1) recordar a todos los presidentes de un país comenzando desde el actual hasta los más antiguos, la persona debe escribirlos y grabarlos. Luego, realizá el mismo ejercicio pero arrancando del más antiguo. A continuación, nombrá solo los presidentes de un determinado partido político (por ejemplo, el oficialismo) y luego los del otro (la oposición). Por último, hay que nombrarlos en orden alfabético.

4) Leer más novelas

Un indicador temprano de problemas de memoria, según Restak, es abandonar la ficción. “Las personas, cuando comienzan a tener dificultades de memoria, tienden a cambiar a la lectura de no ficción”, dice.

Durante sus décadas de tratamiento de pacientes, Restak notó que la ficción requiere un compromiso activo con el texto, comenzando desde el principio y trabajando hasta el final. “Tenés que recordar lo que hizo el personaje en la página tres para cuando llegues a la página 11″, dice.

5) Evitar la distacción con la tecnología

Entre los tres nuevos pecados de la memoria Restak afirma que dos están asociados con la tecnología.

Primero está lo que él llama “distorsión tecnológica”. Almacenar todo en su teléfono significa que “no lo sabe “, explica el especialista lo que puede erosionar nuestras propias habilidades mentales. “¿Por qué molestarse en enfocar, concentrarse y esforzarse para visualizar algo cuando la cámara de un teléfono celular puede hacer todo el trabajo por vos?” se pregunta.

La segunda forma en que nuestra relación con la tecnología es perjudicial para la memoria es porque a menudo desvía nuestro enfoque de la tarea que estamos haciendo. “En nuestros días, el mayor impedimento de la memoria es la distracción”, escribe Restak. Ya que muchas de estas herramientas han sido diseñadas con el objetivo de crear adicción a la persona que las usa y, como resultado, nos distraemos seguido. 

La gente de hoy puede consultar su mail mientras ve Netflix, habla con un amigo o camina por la calle. Todo esto impide nuestra capacidad de concentrarnos en el momento presente, que es fundamental para codificar los recuerdos.

6) Consultar a un profesional de la salud mental

Tu estado de ánimo juega un papel importante en lo que recordás o no.

La depresión, por ejemplo, puede disminuir en gran medida la memoria. Entre “las personas que son referidas a neurólogos por problemas de memoria, una de las principales causas es la depresión”, dice Restak.

Tu estado emocional afecta el tipo de recuerdos que te acordás. El hipocampo (o “centro de entrada de la memoria”, según Restak y la amígdala (la parte del cerebro que maneja las emociones y el comportamiento emocional) están vinculados, por lo que “cuando alguien está de mal humor o deprimido, tiende a recordar cosas tristes”, afirma. El tratamiento de la depresión, ya sea químicamente o mediante psicoterapia, a menudo también restaura la memoria.

7) Identificar cuándo hay que preocuparse

A lo largo de su carrera, decenas de pacientes le han preguntado a Restak cómo pueden mejorar su memoria. Pero no todos los lapsos de memoria son problemáticos. Por ejemplo, no recordar dónde estacionó su auto en un estacionamiento lleno de gente es bastante normal. Sin embargo, olvidar cómo llegó a aquel lugar, indica posibles problemas de memoria.

“No existe una solución simple para saber qué debería ser motivo de preocupación”, afirma Restak; gran parte depende del contexto. Por ejemplo, es normal olvidar el número de habitación de tu hotel, pero no la dirección de tu departamento. Si estás preocupado, lo mejor es consultar con un experto médico.

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