Sin generación de juego ni peso ofensivo, el sueño se hará cuesta arriba para San Martín de Tucumán

Sin generación de juego ni peso ofensivo, el sueño se hará cuesta arriba para San Martín de Tucumán

En la derrota contra San Miguel, los dirigidos por Diego Flores demoraron 45 minutos para generar la única jugada de peligro en el área rival.

A MEJORAR. San Martín de Tucumán tuvo pocas llegadas durante la primera mitad para igualar el marcador. Foto de Matías Nápoli Escalero/ESPECIAL PARA LA GACETA. A MEJORAR. San Martín de Tucumán tuvo pocas llegadas durante la primera mitad para igualar el marcador. Foto de Matías Nápoli Escalero/ESPECIAL PARA LA GACETA.

La derrota contra San Miguel abrió demasiadas interrogantes en los pasillos de La Ciudadela. A pesar de que el inicio del torneo parecía prometedor para San Martín de Tucumán, lo visto en cancha de Los Polvorines generó demasiada preocupación: el equipo perdió idea de juego, los futbolistas no logran asociarse entre sí y para colmo tampoco puede generar peligro en el área del rival. Acciones que te limitan en un torneo tan complicado como lo es la Primera Nacional.

Dormido. Así salió a disputar el partido San Martín contra el “trueno verde” y ni el tanto de Diego Sosa logró despertar a un grupo que llegaba lleno de aspiraciones. La falta de asociación entre los ejes del medio campo llamó demasiado la atención.

Gustavo Abregú se quedó sin creatividad en la mitad de la cancha y Leonardo Monje no pudo ser su rueda de auxilio para avanzar unos metros. Mientras que Juan Cuevas se mostraba fastidioso, tal vez, por la baja en su nivel y la desconexión en los pases. Es cierto que hubo un cierto grado de posesión de la pelota, pero todo era entre la defensa. Agustín Dattola para Gonzalo Bettini, que se le pasaba a Abregú y así sucesivamente.

De esta manera, se demoró la llegada del “santo” al área rival hasta el cierre del primer tiempo. Un dato demasiado alarmante teniendo en cuenta que al frente estaba un rival que daba sus primeros pasos en la categoría.

Con la cancha inclinada a favor del “verde”, Diego Flores pateó el tablero en el primer tiempo. Así como Didier Deschamps en la final de Qatar 2022 contra una Argentina, que era ampliamente superior.

Pablo Hernández en lugar de Monje, que se limitaba a los pelotazos, y Diego Mastrángelo por Iván Molinas. El extremo izquierdo, que le había marcado a Deportivo Maipú,  avisó con un remate de larga distancia, pero no pasó ni cerca de los tres palos que defendía Joaquín Pucheta.

Lo cierto es que la salida de Monje tiene muchas explicaciones. Al cordobés de 21 años se lo notó con falta de ritmo y le costó demasiado volver para marcar ante cada contraataque del rival. Mismas falencias que tuvieron varios integrantes del plantel “santo” en distintos transcursos del partido.

La pretemporada de alta exigencia que se tuvo hace unos meses parece que empieza a pasarle factura a cada futbolista. Con el pasar de los minutos el cansancio se hace más evidente y muchos corren desde atrás cuando el rival tiene la pelota. Sin lugar a dudas, uno de los tantos detalles a trabajar para volver a sumar de a tres unidades.

“En el primer tiempo vi que nos estaban superando y sé que cuento con futbolistas en el banco que pueden hacerlo tan bien como los que ingresan desde el arranque”, había declarado Flores pos derrota, en el “Malvinas Argentinas”.

Mientras que la primera jugada de peligro para los de La Ciudadela llegaría a los 45’. Hernández abrió para Cuevas, que combinó con Bettini y automáticamente el "10" se aproximó al área. El ex Sarmiento mandó el centro y tras una intercepción de Nahuel Banegas, Cuevas se elevó en las alturas y probó los reflejos de Pucheta.

Así culminó la primera mitad para San Martín, que hasta el momento, aportaba poco y nada en el ataque.

El complemento pintaba prometedor para los de Bolívar y Pellegrini, pero solo quedó en eso.

Junior Arias no encontró ninguna acción clara para igualar el marcador y se ahorró los remates al arco. Mientras que Gonzalo Klusener y Mauro Verón tampoco pudieron quebrar el bloque defensivo impuesto por Gustavo Coleoni.

El único que intentó rematar al arco fue Lautaro Fedele. El ex Defensa se mostró incisivo en los últimos metros y hasta convirtió, pero el juez terminó ahogando la celebración por mano del extremo.

Si el deseo es volver a sumar de a tres unidades y prenderse en la pelea por los primeros puestos San Martín debe mejorar bastante. No se puede permitir otra derrota de estas similitudes y menos, ser un equipo que no propone para romper el marcador.

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