De las redes al teatro: actores y actrices influencers

Los tiempos han cambiado. La frase puede sonar remanida y hasta parece entregar una verdad de perogrullo. “Todo cambia”, como solía cantar Mercedes Sosa, y cada día, mes o año que pasa representa una modificación en cualquier tipo de paradigmas. Las redes sociales son un ejemplo claro de esto. Casi todas surgieron en este inicio del siglo XXI y ya han transformado la forma de relacionarnos en todo sentido: desde charlar o jugar a los videojuegos, hasta hacer amigos, encontrar una pareja o conseguir trabajo (o directamente trabajar). En el último tiempo también han sido útiles en el mundo del espectáculo. Al menos útiles para los que ahora se volcaron a la actuación o el stand up. Tucumán tiene varios ejemplos de lo que es parte de este cambio y de lo que cada vez es más normal: pasar de las redes al teatro.

¿Es una transición natural? ¿Tiene necesariamente correlación una cosa con la otra? ¿Tiene alguien la autoridad suficiente para responder estas preguntas? El arte es subjetivo en todas sus formas y pese a que nosotros mismos podemos contestar aquellas inquietudes como espectadores diciendo si nos gusta o no, no es lo que haremos aquí.

Un buen ejemplo del paso de las redes al teatro es Mario Costanzi, un humorista al que muchos conocen como “Mario C”. Él se hizo justamente conocido por audios de WhatsApp que mandaba a sus amigos durante la pandemia, y en los que -con fuerte tonada tucumana- bromeaba con ellos acerca de situaciones cotidianas. Su humor llegó a ser tendencia en todas las redes sociales, tanto es así que sus audios llegaron a portales provinciales y nacionales. A partir de ahí armó un show de stand up que llegó hasta Buenos Aires y que replicó en Tucumán. De hecho, el año pasado se presentó nada menos que en el teatro Alberdi con su obra “Fantasmismo”.

Enzo Aguilar es otro de los ejemplos más fuertes en este sentido. El joven oriundo de Leales se hizo conocido desde su cuenta de TikTok. Allí realizaba monólogos de humor y diferentes sketches con los que fue ganando miles y miles de adeptos. La ecuación también dio como resultado una catapulta a las tablas y la pantalla chica. Enzo, cuyo sello visual son sus constantes cambios de look (se tiñe el pelo muy seguido y de diferentes colores), fue convocado en su momento para ser panelista del programa de “Beto” Casella, “Bendita”. Allí, además de los jóvenes que lo siguen en las redes, pudo cautivar a otro tipo de público, lo que le siguió abriendo puertas.

Una de esas puertas fue la del teatro Alberdi, al igual que Costanzi. Allí presentó en 2023 su especuló de stand up y baile “Cosa de locos”. “El nombre le hace honor a toda esta situación que estamos viviendo y me incluyo”, le aseguró a LA GACETA en una entrevista. La mudanza del interior a capital al parecer fue una locura y también la de las redes a la televisión y las tablas. La diversificación del público también sale de lo común. “Tengo 28 años, y los influencers de mi edad tienen un público coetáneo o más chico. Pero las estadísticas de Instagram tiran que mi público es gente de 30 para arriba. Ves la platea y es el PAMI; es rarísimo. Hay mayoría de señoras, con la hija, con la nieta, atribuible al tipo de humor que hago”, agregó.

Por supuesto que no siempre el traslado de las redes al teatro a la pantalla es directo. O al menos sin intentos previos. Aguilar tomó clases de teatro en distintos cursos antes de hacerse famoso. Algo similar sucedió con Laila Alí, conocida popularmente como “la tucumana de Tiktok” por sus videos en los que representa la provincia con su acento y su humor.

La joven también es influencer, bailarina y también tomó clases de actuación. Desde chica se dedica a hacer videos cómicos junto a su familia y especialmente junto a su mamá. “Actuar es algo que siempre me ha gustado y sin ir más lejos, es lo que me ha llevado a estar en el lugar en el que estoy hoy, nada más que era en otro formato mucho más micro que era TikTok”, le contó a este diario. Lo hizo en medio de su debut teatral con un protagónico en Buenos Aires en la obra “Esto no es un telo”.

Fuera de Tucumán, Buenos Aires está plagado de estos ejemplos e incluso algunos los toman como referencia. De hecho, varios de ellos -que empezaron en las redes- llegaron al teatro en la capital y se presentaron también en nuestra provincia. Los YouTubers Rubén Tuesta y Mati Spano cosechan millones de seguidores en sus redes lo que los llevó a presentarse en el teatro el año pasado con espectáculos infantiles. La comedia, quizás el género preferido de estos usuarios, también puso a varios en el teatro: Leandro Igounet, Nicolás de Tracy, Nachito Saralegui, solo por nombrar algunos, hicieron lo propio.

Algunos con más experiencia, otros con menos, toman envión en las redes para saltar. Quizás no tengan pensado dónde desde un comienzo, pero ya está visto que puede ser: la fama, las tablas o la pantalla chica. Algo que quizás hasta hace algunos años no hubiera pasado, pero como se dijo al comienzo de la nota: todo cambia.