Relaciones satisfactorias

31 Oct 2020
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Relaciones satisfactorias

No hace mucho, las terapeutas argentinas Verónica Kenigstein y Mirta Yakylevich se propusieron investigar un tema no menor: qué cuestiones están presentes en las parejas “bien avenidas y de larga duración”. Es decir, cómo es que una relación amorosa y comprometida logra funcionar de manera satisfactoria “según pasan los años” (trabajo al que se refiere Kenigstein en su libro “Sexo encontrados”).

Partieron de ciertas preguntas iniciales: ¿Se observan experiencias similares? ¿Hay claves o factores que se puedan “emular” y que de una u otra forma “garanticen” el éxito de una relación? Aparentemente, sí.

Realizaron las entrevistas por separado a ambos miembros de la pareja, sobre los aspectos que ellas/os consideraban importantes para lograr una vida en común gratificante. Todas las parejas que participaron llevaban juntas más de 20 años y, al menos en apariencia, se mostraban satisfechas: se cuidaban, se respetaban… se hablaban.

La siguiente lista constituye un resumen de algunas de las claves mencionadas a las que, según estas personas, hay que prestar atención si se quiere construir y mantener un buen amor:

- Mantener la individualidad.

- Respetar los espacios propios y los del otro.

- Compartir, sentir la presencia y la ausencia del otro, saber que se puede contar con la pareja, sin sentirse su propietario.

- Evitar hacerse daño.

- Respetarse mutuamente.

- Alegrarse por los respectivos triunfos y acompañarse en los momentos difíciles.

- Evitar el egoísmo. Aprender a aceptar las necesidades del otro y ayudarlo a satisfacerlas.

- Considerar las situaciones que eventualmente pudieran generar desavenencias y hacer acuerdos explícitos sobre cómo comportarse en esas circunstancias.

- Cuando hay un conflicto, darse tiempo para reflexionar y luego sentarse a conversar en calma para subsanar la dificultad.

- No darse por vencido ante el primer cambio de opiniones.

- Promover los momentos gratos y compartirlos.

- Recrear la sexualidad disfrutando de todas las posibilidades de intimidad con los cambios que se vayan sucediendo. Tener relaciones sexuales y hacer el amor.

- Consultarse para las decisiones y tomarlas en consenso.

- Alentar la comunicación y el diálogo.

- “Ser amigos”, además de ser amantes y compañeros.

- Mantener el buen humor como forma de hacer más agradable la convivencia y lograr la armonía.

- Construir proyectos de vida en común.

- Darse cuenta de que una pareja es más que la suma de dos personas.

Sugerencias que, obviamente, no han perdido vigencia.

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Psicóloga, sexóloga clínica y colaboradora de LA GACETA desde hace más de 10 años.