La excitación sexual y sus causas

25 Ago 2019
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La excitación sexual y sus causas

La excitación sexual consiste en un estado de activación de un complejo sistema de reflejos en el que participan los órganos sexuales y el sistema nervioso.
Nuestro cerebro –el órgano que controla el sistema nervioso- funciona mediante impulsos eléctricos y químicos, transmitidos al resto del cuerpo a través de la médula ósea y los llamados nervios periféricos. Allí se integran y concentran las señales que proceden de distintas partes del cuerpo (como la piel, las mamas o los órganos genitales), dado que sin pensamientos, sensaciones e imágenes eróticas, la respuesta sexual es fragmentaria e incompleta.

Velocidad y fuerza

En su libro “La nueva sexualidad de la mujer”, el sexólogo argentino León Roberto Gindin repasa las causas de la excitación sexual: “Cuando las personas aluden a la excitación sexual, suelen decir que se sienten ‘estimulados’ o que van ‘acelerados’ o que están ‘calientes’. Cada una de estas palabras vincula la excitación sexual con un sistema energético expresando velocidad y fuerza”.
Refiere que, en ocasiones, el excitarse responde sólo a un episodio cerebral, donde la persona puede sentirse estimulada sin que se aprecien cambios físicos visibles en el cuerpo. Y que, otras veces, las sensaciones en los genitales pueden ser tan intensas que dificulten tomar conciencia de todo aquello que no sea el objeto sexual. “Esto se da al amparo de muy diversas circunstancias y puede ser consecuencia de actos voluntarios, como un beso, un abrazo, la lectura de un texto erótico o una película pornográfica”.

Sensaciones inesperadas

Por el contrario, a veces las “sensaciones voluptuosas” nos agarran desprevenidas/os, como un suceso inesperado, involuntario y desconcertante. Cuando por ejemplo un straight experimenta una erección en las duchas del club deportivo o una mujer se excita al mirar una escena de violación en una película. “Probablemente estas personas se sentirán incómodas durante un rato, pero la sensación de excitación sexual inesperada es cosa frecuente y todos pasamos alguna vez por esa situación”, señala Gindin.
Podemos excitarnos por el mero contacto físico, como una caricia o un beso, o sentirnos activadas/os por palabras, gestos o una señal visual (como ver a una persona desnuda, total o parcialmente). 
A veces, la excitación es causada por circunstancias cotidianas, como el roce o frotamiento de la ropa ajustada contra los genitales, el ritmo de un vehículo en movimiento o el contacto con el agua (durante el baño, por ejemplo). Esto puede ocurrir a cualquier edad: desde niñas/os hasta adultas/os mayores y no es raro que se de también durante el sueño.

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Psicóloga, sexóloga clínica y colaboradora de LA GACETA desde hace más de 10 años.