Sexo y salud mental

12 Ago 2019
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Sexo y salud mental

Dentro de los muchos efectos beneficiosos que suelen relacionarse con una vida sexual activa, figuran los referidos a la salud mental de las personas. Y es que, en primer lugar, durante las relaciones sexuales se incrementan los niveles sanguíneos de endorfinas. Estas sustancias son analgésicos naturales con los que cuenta nuestro organismo, que pueden ayudar a reducir el estrés y a proporcionar sensaciones de relajación, satisfacción y bienestar general (sin duda estados asociados al mantenimiento de una mente sana).
Además, practicar sexo con regularidad también debería mejorar nuestros vínculos, debido al incremento de los niveles de oxitocina, que son muy elevados durante el orgasmo. La oxitocina es la sustancia química que se ha denominado la “hormona del apego” porque aparece asociada a los sentimientos afectuosos y al deseo de proximidad entre las personas. Relacionado a esto, algunos estudios indican que quienes están en pareja sufren menos depresiones que los solteros, viudos o divorciados. Y, si bien algunos explican este fenómeno por lo saludable que puede resultar saberse acompañado y querido, otros lo adjudican a la frecuencia de las relaciones sexuales, más accesibles para los que no están solos.

Calidad de vida

Investigaciones realizadas tanto en Estados Unidos como en otros países han constatado de manera fiable que cuando la vida sexual de una persona no es satisfactoria, su calidad de vida también se resiente. Por ejemplo, el Soren Ventegodt of the Quality of Life Research Center -el Centro de Investigación de la Calidad de Vida Soren Ventegodt- de Copenhague realizó, a finales de los noventa, una encuesta muy representativa, de la que participaron 2460 ciudadanos daneses. Compararon a las personas que tenían una vida sexual satisfactoria con aquellas que referían sufrimiento en este sentido. Y observaron que la calidad de vida de este último grupo era casi un 10% más baja que la de quienes aseguraban tener una vida sexual satisfactoria. 
Por otro lado, Ruth Matthias y sus colegas de la Universidad de California constataron una correlación directa entre satisfacción sexual y salud mental en un estudio que publicaron en la prestigiosa revista científica The gerontologist, también a finales de los noventa. En su investigación, estudiaron a 1216 personas mayores cuyo promedio de edad era de 77 años. Casi el 30% habían tenido relaciones sexuales el mes anterior y el 67% estaban satisfechos con su nivel actual de actividad sexual. Encontraron una correlación estadística claramente significativa entre la satisfacción de las personas con su vida sexual y las altas puntuaciones obtenidas en los tests psicológicos de salud mental.

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Psicóloga, sexóloga clínica y colaboradora de LA GACETA desde hace más de 10 años.