La Real Academia Española anunció para 2014 un diccionario menos sexista

La Real Academia Española anunció para 2014 un diccionario menos sexista

Escritoras y artistas argentinas tomaron con pinzas la noticia. Dicen que se avanza poco.

REACCIÓN. Escritoras y artistas saludan la decisión de la RAE, pero aún la consideran como una institución rígida. REACCIÓN. Escritoras y artistas saludan la decisión de la RAE, pero aún la consideran como una institución rígida.
28 Noviembre 2013
"Una palabra no dice nada; y al mismo tiempo, lo esconde todo...", pronuncia dulce la voz de Ligia Piro la canción de Carlos Varela. Dentro de ese "todo" se incluyen muchísimos mensajes tácitos, uno de ellos, de muy fuerte presencia, el machismo. Por suerte, muchos de esos velos lentamente se van corriendo.

De hecho, aunque todavía muy tímida en la opinión de muchos y de muchas, la Real Academia Española (RAE) anunció de que la próxima edición del diccionario, que verá la luz a finales del año que viene, contendrá definiciones "menos sexistas". El anuncio generó una rápida reacción en el ámbito de la cultura: escritoras, artistas y figuras de la cultura argentina señalaron hoy la importancia de no naturalizar el lenguaje, las palabras y su significado. Y si bien calificaron de "interesante" la decisión de la RAE afirmaron que sigue siendo una institución "rígida y machista que siempre va detrás de los cambios del lenguaje".

Construir el mundo

"El lenguaje forma realidades, va construyendo el mundo. Y más si proviene de una academia que no acepta un montón de palabras aunque la gente, que es la que hace el lenguaje, las diga y las use", advirtió la escritora Claudia Piñeiro, autora de "Las viudas de los jueves", entre otras novelas. "No será algo fácil de cambiar, porque viene de muy atrás; son años y años de formar el universal a partir de lo masculino -añadió, según la agencia Télam-; confío en que las nuevas generaciones, más permeables, podrán darle lucha incluso al plural que borra la presencia femenina de los grupos mixtos".

Por su parte, María Pía López, directora del Museo de la Lengua, remarcó: "es fundamental que esta discusión esté en la calle; lo peor que se puede hacer con la lengua es naturalizarla, dar por hecho que los significados expresan verdades. Lo importante es pensar la lengua y sus vínculos con el poder y con las formas de dominación en las sociedades sexistas". Sostuvo también que es necesario que la academia vaya registrando las distintas reivindicaciones de la lengua. "Está bien incorporar la discusión de las minorías activas, que se decida revisar el carácter sexista de algunas definiciones", añadió.

Contra la discriminación

La escritora Silvia Plager, autora de novelas históricas como "La rabina", resaltó la importancia de revisar las palabras que pueden incitar a las personas a las discriminación. "Es importante concientizar sobre la carga de las acepciones sexistas como 'eran cuatro hembras', peyorativa, contra 'es un macho' por ejemplo, que ensalza la condición de varón", añadió.

"Hay muchos términos que deberían ser utilizados de otro modo. Ojalá esta revisión propuesta por la Academia incida en las conductas humanas", expresó Plager, aunque se reconoció no demasiado optimista. "Puede tratarse de una modificación superficial, sin intensiones de ahondar; pero a pesar de ello, bienvenido este anuncio, porque expresa una presión externa de la que no pudo desentenderse la RAE con todas sus resistencias como institución machista desde sus inicios", agregó.

No solo escritoras

Por su parte, la artista plástica Marta Minujín destacó la urgencia de que se revise y se acepte un lenguaje que constantemente se va renovando con expresiones nuevas. "La RAE debe incorporarse una contemporaneidad que incluye a las mujeres árabes organizando una bicicleteada entre insultos y prohibiciones; presidentas, diputadas y artistas que desde hace 60 años al presente se hicieron ineludibles", señaló.

Entre las definiciones que albergan los antiguos diccionarios de la RAE se encuentran "Cocinilla: hombre que se entromete en cosas, especialmente domésticas, que no son de su incumbencia" o la oposición entre "Femenino: Débil, endeble" y "Masculino: Varonil, enérgico".

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